Estamos viviendo uan serie de avances científicos los cuales estan ayudando por una parte a los soldados, pero a la misma vez quitandoles la vida.
LA CIRUGÑIA PLÁSTICA
Se están realizando las primeras intervenciones de cirugía plástica, de la mano del neozelandés Harold Gillies, un sorprendente pionero en la cirugía de reconstrucción y el encargado por el ejército británico para reparar rostros de soldados desfigurados.
Poco a poco se están profundizando en el desarrollo de nuevas técnicas, aunque hace unos cuantos años, la mayor parte de las operaciones eran de heridas faciales producidas por armas de fuego.
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grandes avances científicos
El primer afortunado en someterse a una cirugía plástica ha sido el marinero Walter Yeo, el cual ha perdido sus párpados en el campo de batalla, y gracias a esto primer injerto de piel.
Las esquirlas metálicas que salen disparadas de las bombas al ser detonadas, son la mayor causa de muerte en el campo de batalla, y a diferencia de una herida limpia, las esquirlas pueden llegar a arrancarles la cara a los hombres del frente. Debido a su forma irregular, incrustaban trozos de vestiduras y suciedad en las heridas.
Este cambio médico supone que más soldados heridos podrán mantenerse con vida.
El terror de las armas químicas
Los soldados escondidos en las trincheras notaron por primera vez un nuevo tipo de sufrimiento, debido al arma química, que ha invadido el campo de batalla, que además de muerte, trae consigo el terror.
Se dice que ha empezado el uso de este tipo de armas en el norte de Ypres, Berlín, cuando una nube verdosa asfixió a más de 5000 soldados franceses.
El cloro ha sido sustituido por el fosgeno, un agente más letal que asfixia a sus víctimas varias horas después de la exposición.
El más infame de todos los gases hasta ahora ha sido el gas mostaza, y ha sido creado para acosar e incapacitar al enemigo y contaminar su campo de batalla