La Falsificación de la Realidad La Falsificación de la Realidad | Page 320

La Falsificación de la Realidad bohemio. Hoy en día ya no se puede negar que el gobierno polaco no sólo no accede a las peticiones alemanas relativas a Danzig, que eran extremadamente razonables, sino que desarrolla claras provocaciones contra Alemania y contra las minorías germánicas de la población polaca. En esas acciones Varsovia estuvo respaldada por París, pero sobre todo por Londres. La invasión de Polonia origina la declaración formal de guerra a Alemania, tanto de París como de Londres. Catorce días después Rusia también invade Polonia. No hubo declaración de guerra ni de Londres ni de París a la URSS. A pesar de la existencia de solemnes tratados de asistencia mutua entre Varsovia y Londres y entre Varsovia y París. Una vez que Francia estuvo vencida y existía un gobierno de Kollaboration en Vichy, Alemania, llevada por las debilidades italianas, invade los Balcanes y desembarca en el norte de África. El Afrikakorps era un ejército minús culo y sobre todo mal equipado comparado con el grueso de las divisiones alemanas estacionadas en el frente ruso (150 divisiones soviéticas estaban en la Polonia ocupada por la URSS) aún inactivo. La Kriegsmarine presiona sobre Hitler para expandir lo que ella llamaba la "estrategia mediterránea". Sin embargo, se produce la Operación Barbarroja. ¿Fue "agresión" la invasión alemana a la URSS? ¿O fue otra cosa muy distinta llamada "guerra preventiva"? En estos momentos, cuando ya no existe la posibilidad de descubrir nueva documentación, son las interpretaciones las que valen. Pero no se trata de "interpretar", con más o menos lógica, un hecho baladí. Se trata de la circunstancia, por qué no decirlo, más decisiva de la historia de la humanidad. Nada es comparable con el estruendoso y sangriento choque entre el mundo germánico y el mundo eslavo. Ningún otro acontecimiento de la Historia tuvo una magnitud similar y, finalmente, consecuencias tan universales. De ese choque entre dos Estados ideológicamente antagónicos surge la hegemonía actual del capitalismo occidental. Y del mundo tal cual es hoy. Fuera de los discursos elaborados para la llamada "guerra ideológica" hay tantos argumentos de peso a favor de la "agresión" como a favor de la "prevención". Por un lado, luego del pacto Molotov-Ribbentrop, las posibilidades de un ataque soviético a Alemania disminuyeron significativamente. Por otro lado, existían 10.000 blindados soviéticos y una cantidad extremadamente alta de aviones en la Polonia ocupada por el Ejército Rojo, muy cerca de la nueva frontera alemana. El problema, finalmente, puede ser planteado así: Stalin esperaba dilatar al máximo la entrada en guerra de la URSS; Hitler exactamente lo contrario. Cuanto más tiempo transcurriera, más posibilidades existían para la repetición de una alianza como la de la primera guerra: Rusia más mundo marítimo contra las potencias del centro. La victoria de Alemania sobre Inglaterra, por ejemplo, hubiese sido intolerable para Moscú. La victoria de Alemania sobre la URSS hubiese sido intolerable para Londres. En última instancia quien decidió el día y la hora fue Hitler y no Stalin. 320