La Falsificación de la Realidad La Falsificación de la Realidad | Page 234

La Falsificación de la Realidad dimensiones de violencia, pero especialmente la última, tiene un fundamento territorial. El investigador francés, Ilan Greilsammer, refiriéndose a las luchas dentro de barrios ortodoxos o entre barriadas ortodoxas y laicas dentro de los grandes conglomerados urbanos que conforman hoy la casi totalidad del Estado judío, señala: "Esta brutalidad se sitúa en los confines del espacio que esos grupos (religiosos ortodoxos) ocupan. Ella nace de conflictos por el territorio, por el espacio vital. El espacio territorial es un factor dependiente del dinamismo demográfico de la población haredim y ello conlleva una fuerte presión por la extensión del dominio físico. No se trata solamente de expansionar un área habitacional y purificarla de impíos -judíos no religiosos- se trata sobre todo de crear un área de dominación cultural" (31). Esta violencia intrajudía se asemeja a la violencia que ejercen los judíos contra los no judíos en el hecho de que en última instancia ella está fundamentada sobre la necesidad de ejercer un control territorial -dominar un espacio vital. Por lo demás existen numerosos ejemplos de acciones violentas entre grupos religiosos judíos a lo largo de toda la diáspora. Se sigue recordando el choque que se produjo en Brooklyn entre grupos hasedines opositores (Greilsammer, op.cit). Existe también una dimensión demográfica de estos conflictos intrajudíos, fundamentada en la gran diferencia existente entre las tasas de natalidad de familias hasedines y las de familias no hasedines. La tasa de natalidad de la comunidad religiosa ortodoxa es extremadamente alta. La observancia de las leyes religiosas desaniman el control de la natalidad, mientras la tasa media del crecimiento demográfico israelí tiende a decrecer de manera continua. Entre los ortodoxos no existen prácticamente solteros jóvenes/adultos de ninguno de los dos sexos, y el primer niño nace generalmente durante el primer año de matrimonio. Las pirámides de edad indican un fuerte porcentaje de niños y de jóvenes en los nuevos barrios haredíes, de los cuales son expulsadas en forma sistemática las familias "laicas". La media de hijos de las familias ortodoxas en Israel va de los 5 a los 10, un número extremadamente superior a los hijos de las familias no religiosas. El público laico se inquieta ante el crecimiento demográfico de esta población. Solamente en Jerusalén los habitantes ultraortodoxos sobrepasan en la actualidad a las 100.000 personas, sobre una población total ligeramente superior a los 500.000 habitantes (nos referimos a la ciudad y no al "distrito" de Jerusalén -Yerushalayim-, con datos de 1992). Pero es especialmente a partir de la guerra de 1967 que distintos grupos religiosos haredim se transforman en movimientos nacionalistas con gran capacidad operativa en el plano militar y con programas que giran todos en torno a la cuestión territorial. Los nuevos colonos nacionalistas religiosos provienen, en gran parte, de las escuelas talmúdicas creadas por el Partido Nacional Religioso que había fundado el ya mencionado rabino judío- norteamericano Zvi Yehouda Kook. La enseñanza en esas escuelas del PNR se fundamenta en que el territorio judío tiene una dimensión trascendente. No es 234