La Falsificación de la Realidad La Falsificación de la Realidad | Page 232

La Falsificación de la Realidad Nunca como hoy, a partir del crecimiento de distintas modalidades del fundamentalismo judío, es tan cierto el concepto expresado por Gershom Scholem, durante la etapa fundacional del Estado Judío: "El ideal sionista es una cosa, y el ideal metafísico, otra; y los dos no se tocan, excepto en la fraseología pomposa de las grandes asambleas, que a menudo infunden en nuestra juventud el espíritu de un nuevo shabbetaísmo que necesariamente fracasará". Apreciar en su debida importancia esta dicotomía profunda entre sionismo y religiosidad es una actitud de trascendental importancia no sólo para comprender los fenómenos contemporáneos que afectan al Estado de Israel, sino además para saber diferenciar la etapa original del terrorismo (sionista) secular con la actual, infinitamente más sangrienta, del terrorismo judío antisecular, o "sagrado". Si algo demuestra la etapa del terrorimo judío secular es el hecho, históricamente comprobado, de que fueron tan importantes las confrontaciones militares contra ingleses y árabes como los combates, crímenes y delaciones que eclosionaron entre los distintos grupos armados judíos: la Haganá , por un lado, y las distintas bandas del Irgún , por el otro. Durante la "guerra de la independencia" muchos judíos mueren por la acción consciente y premeditada de otros judíos, en forma paralela al desarrollo de acciones militares de los grupos judíos (del Irgún, en especial) contra los enemigos no judíos, que llegaron a asumir formas realmente sanguinarias. Respecto de los conflictos internos judíos de la época secular se suele recordar los sucesos del 6 de noviembre de 1944, día en que la llamada "banda Stern" asesinó a Lord Moyne, ministro británico para asuntos del Medio Oriente. La encargada de represaliar ese asesinato -con el apoyo político del propio Ben Gurión- fue la Haganá (que más tarde se convertiría en el núcleo de las Fuerzas de Defensa del Estado Judío, Tsahal). La Haganá desencadenó de inmediato una campaña de terror tanto contra el grupo Stern como contra el Irgún. Capturó, retuvo en cárceles clandestinas e hizo "desaparecer" a muchos de sus militantes. Pero realizó un acto aún mucho más grave: entregó al servicio de inteligencia británico los nombres de 700 combatientes y otros militantes del Irgún. Se calcula que hasta 1.000 personas fueron detenidas y muchas de ellas ejecutadas gracias a esta delación del sionismo oficial. Estos sucesos fueron relatados por el propio Beguin en su famoso libro Rebelión en Tierra Santa, que por cierto es de "lectura obligatoria" para todos aquellos que quieran entender en profundidad las contradicciones inherentes a la formación del Estado de Israel. Las acciones del Irgún contra los árabes no eran menos perversas. Durante el invierno de 1947/48 el Irgún, comandado por Menahen Beguin decide realizar una operación de represalia consistente en destruir la aldea árabe de Deir Yassin, con el objeto de quebrar la moral de los combatientes palestinos que allí 232