La Falsificación de la Realidad La Falsificación de la Realidad | Page 225
Norberto Ceresole
de lo que hemos construido. Quién sabe si esto no ha sido el último gesto de un
pueblo que está muriendo. No puedo borrarlo de mi mente... Existe un solo
objetivo al que podemos acercarnos realmente, que es el objetivo moral, nuestra
autoliberación de la esclavitud interior..."
Muchos años después, cuando Ahad Ha'am se había establecido en Palestina,
viendo los sangrientos resultados obtenidos por el sionismo, envió dos cartas
abiertas de protesta al diario Haaretz, de las que transcribimos algunos
fragmentos: "¡Judíos y sangre! ¿Existe mayor contradicción que ésta?... ¿Qué
hemos rescatado de nuestra destrucción sino las enseñanzas de nuestros
profetas que hemos llevado en el largo camino de nuestro exilio para iluminar
nuestra oscura vida? Nuestra sangre fue derramada en todos los rincones del
mundo a lo largo de miles de años, pero nosotros no derramamos la sangre de
nadie...¿Qué debemos decir ahora que estamos asesinando a árabes inocentes
por venganza? Dios mío, ¿Es este el final? ... ¿Es este el sueño de un retorno a
Sión, manchar su tierra con sangre inocente? Y ahora Dios me hace sufrir de
haber vivido para ver con mis propios ojos que estaba equivocado... si éste es el
Mesías entonces no quiero ver Su llegada".
Moshe Menuhin, que es quien recoge estos textos en su libro Jewish critics of
Zionism, los comenta de la siguiente manera: "Después de la Declaración Balfour
(1917) no ha habido jamás ninguna base común sobre la que sionistas y críticos
judíos del sionismo hayan podido encontrarse intercambiando sus pensamientos.
La máquina sionista difama, denigra y reprime a cualquiera que se atreva a
criticar las acciones de los sionistas en la Israel sionista y fuera de ella; pero los
críticos judíos del sionismo realmente honrados siguen atacando frontalmente las
injusticias e hipocresías del sionismo político. Su número es, por desgracia,
trágicamente pequeño. Los judíos se casan en su mayoría entre ellos y están
asimilándose a su 'nacionalización', están, con sus cerebros lavados, soportando
la horrible causa del nacionalismo 'judío'".
A partir de la caída del Segundo Templo comienza una polémica muy dura entre
religiosos y secularistas judíos, sobre la cual existe una extensa bibliografía que
no vamos a repetir aquí. Lo que sí nos interesa en este momento -con el objeto
de introducirnos en el concepto de nacional-judaísmo- es señalar brevemente
algunas de las dimensiones de esa polémica a partir del nacimiento del
sionismo, en tanto ideología secular del judaísmo entre finales del siglo XIX y el
declinar de la llamada guerra fría, hacia fines de los años 80 del siglo XX.
Ya hemos dicho, en otro trabajo (16) que la disolución del sionismo -entendido
como una cosmovisión temporal del judaísmo y construido según la óptica
estrictamente euro-nacionalista del siglo XIX- es uno de los subproductos del
fin del mundo bipolar. Pero lo importante es que dentro de la sociedad israelí
ese macroproceso coincide con una serie de situaciones internas que se fueron
desencadenando desde los Acuerdos de Camp David.
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