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La Falsificación de la Realidad
desacuerdo con los fundamentalistas cristianos en la mayoría de los temas
sociales’" (The Jerusalem Post). En realidad el señor Foxman debió haber dicho
que algunos judíos norteamericanos liberales de la costa este, están en
desacuerdo con los fundamentalistas cristianos.
De todas formas "ese tipo", Jerry Falwell, uno de los líderes más agresivos del
movimiento fundamentalista evangélico, anunció a la prensa y en presencia de
Netanyanhu: "Estamos pidiendo por fax, por teléfono y por correo electrónico a
los 200.000 pastores evangélicos de América que utilicen sus púlpitos y su
influencia para apoyar al Estado de Israel y a su primer ministro".
Es lógico, no existe nada más afín, desde el punto de vista teológico, que el
fundamentalismo judío y el fundamentalismo evangélico. Ambos basan su
accionar sobre un mismo Libro: el Antiguo Testamento. El actual territorio
norteamericano fue conquistado -ante indígenas e ibéricos (se empleó un
método diferente ante franceses y rusos)- de la misma manera que los antiguos
cananeos fueron expulsados de Palestina a partir de 1948: en nombre del Israel
bíblico y con una metodología extraída del Libro de Josué. Sobre esa
convergencia teológica operan ahora otros factores no menos importantes: el
neo-aislacionismo republicano exige un Estado de Israel fuerte en Oriente
Medio.
Sobre el fundamentalismo evangélico-calvinista
En Los Estados Unidos de Norteamérica el fenómeno socio-cultural
contemporáneo más importante es la emergencia de distintas modalidades de
un fundamentalismo de raíz evangélico-calvinista. La plena vigencia de esta
realidad tiene múltiples manifestaciones (15).
En el plano político-económico resultan obvias las relaciones entre
fundamentalismo evangélico-calvinista y neo-aislacionismo estratégico, porque
la alternativa fundamentalista dentro de los Estados Unidos, producida en
función de factores absolutamente endógenos, es una situación en su totalidad
indesligable del crecimiento político del ala más extrema del "republicanismo"
norteamericano. Inclusive la eclosión de un terrorismo endógeno (Oklahoma) de
raíz fundamentalista en la tradición del evangelismo calvinista no pudo haberse
manifestado -bajo ninguna circunstancia- antes de que se lograra esa
hegemonía (no tanto política cuanto cultural) conservadora, que es una
expresión profunda y crecientemente hegemónica de la sociedad
norteamericana actual.
Son muy pocos los analistas del sistema político norteamericano que relacionan
el retorno masivo del conservadurismo republicano a los más importantes
resortes de poder de ese país, con el largo y profundo proceso de
transformaciones culturales y religiosas que vienen experimentando las bases
de la sociedad norteamericana en, por lo menos, las últimas dos décadas. La
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