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Norberto Ceresole
conspira y expande su poder. Lógicamente son castigados y, al final, expulsados. El Éxodo es el Mito de la expulsión, que era absolutamente justa y proporcionada a la deslealtad cometida por los hebreos en Egipto. Pero los hebreos no se van de las tierras faraónicas sin antes dejarles las siete plagas y de robarles, a los egipcios, todos los objetos valiosos. Sin embargo, el Occidente ideologizado por el Antiguo Testamento nunca dejó de percibir al Antiguo Egipto-ni al mundo árabe moderno- como a una dictadura horrorosa, pero sobre todo " atrasada ". La misma historia se repite hasta el día de hoy. Las figuras son siempre las mismas: el " judío bueno ", Jacob( quien urde el engaño); los judíos criminales( quienes ejecutan el genocidio): los hijos de Jacob excepto José; el judío astuto que se infiltra, asimilándose: José. Hay contradicciones entre ellos pero al final prevalece la unidad; se sobrepone no tanto el ethnos cuanto el genos. La unidad genética de la familia es el prólogo de la conspiración propiamente dicha: la apropiación de la " tierra prometida ". No importa la generosidad con la que fueron acogidos, lo fundamental es apropiarse del poder allí donde residen. La experiencia de Egipto es la introducción necesaria para el posterior gran genocidio de Canaán( Josué).
En este libro llego a una definición por un camino inverso al que propone Hegel cuando habla de las evoluciones del espíritu del mundo( Weltgeist). Fui de lo particular a lo general. Se producen dos extraños atentados en mi país. Yo y mi generación veníamos de una guerra civil dolorosa: " pequeña "( unos 10.000 muertos) pero dolorosa( porque fue nuestra guerra civil). Sabemos qué es y cómo se hace un atentado, por lo tanto podíamos afirmar con cierta autoridad que esos dos que se habían producido en Buenos Aires eran no sólo ajenos sino totalmente distintos a todo lo que conocíamos hasta ese momento. Lo primero es curiosidad: ¿ Quién ha sido? Nos miramos a la cara y comentamos:-No conocemos a nadie que pudo haberlo hecho. Muchos, no todos, de los que fueron nuestros enemigos en la " pequeña " guerra civil, esto es, los que practicaron el " terrorismo de Estado ", eran admiradores, clientes y aliados de Israel contra el " comunismo ": ¡ De donde, si no, hubiesen aprendido esas técnicas! Lo curioso es que finalmente ellos tampoco conocían a nadie que pudiera haberlo hecho.
Vimos y comparamos las imágenes de los dos edificios destruidos. No es necesario ser ingeniero militar para saber dónde, en qué punto del " target " se produjo la explosión: ambos edificios caen clarísimamente " hacia adentro ". Recién hacia fines de 1996 hubo un estudio científico confirmatorio respecto del primero de los atentados( Embajada de Israel, 1992). Pero las ondas expansivas que produce la segunda detonación( AMIA, 1994) son idénticas a las de la primera. Sin duda alguna, ambas implosiones se producen dentro de los edificios, ya que los destrozos en edificios vecinos-incluidos muertos y heridos argentinos- son sólo menores, secundarios: ninguno de esos edificios es destruido, son sólo dañados. Los dos blancos caen sobre sus propios pies de una forma clara y limpia. Naturalmente ambos edificios estaban bajo la " protección " del Shin Beth, mientras que el " tiempo " de los atentados de Buenos