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Norberto Ceresole Instalación de esclavos negros africanos en América a través de "empresas" controladas por criptojudíos americanos (la "nación portuguesa"), gran parte de ellos provenientes de las colonias africanas de Portugal. Ver: Okon Edet Uya, Historia de la esclavitud negra en las Américas y el Caribe (African diaspora and the black experience in New World slavery), Claridad, Buenos Aires, 1989, p. 121. El reembolso de los beneficios, a través de un contrabando de capitales o -en términos contemporáneos- "evasión de divisas", directamente a los sefardíes de Amsterdam (de allí proviene el "Siglo de Oro" holandés y el origen financiero del sistema capitalista). Esta fase de la operación dejaba de ser meramente inmoral para convertirse en francamente ilegal, ya que todo ese ciclo económico se realizaba lógicamente fuera de las normas comerciales establecidas por la monarquía española. Contra esos empresarios criptojudíos estaba específicamente orientada la Inquisición en América (44). En ese sentido muy exacto y preciso recomendamos a los lectores la lectura de las actas del Tribunal de la Inquisición de Cartagena de Indias. Existen copias disponibles en varias bibliotecas de España y América (yo lo he consultado en la Biblioteca Nacional de Madrid, donde la bibliografía existente sobre la Inquisición es tan grande que resulta materialmente imposible transcribirla en un ensayo de las dimensiones del presente). Sobre el puerto de Cartagena de Indias, los esclavos negros y las actividades de los judíos "portugueses", escribe una de las principales especialistas españolas (45). "Desde 1595 a 1640 unos 135.000 esclavos fueron desembarcados en Cartagena y otra cantidad similar arribaron a otros puertos del Caribe - Veracruz, La Habana, Santo Domingo, Puerto Rico, Santa María, costa de Venezuela- y Buenos Aires, desde donde se distribuyeron por todo el continente... Cartagena era en aquellos años una ciudad abierta y comercial, al ser su magnífica bahía el puerto de invernada de los galeones de España. Era también un enclave perfecto para la conexión con el interior del nuevo reino de Granada y con Portobelo, puerto de reunión de comerciantes peruanos y sevillanos durante los días de sus famosas ferias... A principios del siglo XVII, Cartagena fue un hervidero social donde los extranjeros, en su mayoría portugueses judaizantes, jugaban un destacado papel. No fue por capricho que se instituyó en ella un tribunal del Santo Oficio... Los navíos negreros llegaban a su puerto desde Guinea, Cabo Verde o Angola llevando sus bodegas abarrotadas de hombres de color, maltrechos y desamparados, en pésimas condiciones..." 187