LA FALSIFICACIÓN DE LA REALIDAD - NORBERTO CERESOLE La falsificación de la realidad WEB | Page 326
La Falsificación de la Realidad
irresoluble y una "cuestión judía" pendiente. La Europa exclusionista de
Maastricht pende de un hilo.
Quedándonos dentro de Europa: ¿Cuál será el destino final de las relaciones
franco-alemanas en una situación europea que aún refleja la ficción de una
Francia vencedora y una Alemania vencida? Dentro del actual marco
institucional aportado por la "Liberación", las relaciones franco-alemanas no
pueden ser sino conflictivas, porque están fundamentadas en una desigualdad
de origen que, además, es totalmente ficticia. Si el Tercer Reich fue la maldad
absoluta, los Aliados -incluida la URSS- no podían ser sino lo simétricamente
opuesto. De otra forma, la guerra hasta la "rendición incondicional de
Alemania" (exigencia británico-gaullista), hubiese sido como mínimo
innecesaria. Se supone que la "reeducación" a que fue sometida la Alemania
vencida cambió la naturaleza antropológica de esa sociedad y, por lo tanto, su
naturaleza moral.
La destrucción de Alemania a partir de bombardeos pesados fue una decisión
británica de la cual es obviamente corresponsable el protegido de Churchill, el
general Charles de Gaulle. Antes del ingreso en la guerra de los EUA, Gran
Bretaña es la vanguardia de una cruzada contra Alemania. En la retaguardia de
Londres estaban los EUA de Franklin Roosevelt y el poder judío (firmemente
asentado en Nueva York y Londres), que tenía como consigna: Alemania debe
morir. La excusa por la cual Inglaterra (y Francia) declaran la guerra a
Alemania el 3 se setiembre de 1939 ya no se sostiene, porque catorce días
después de la invasión alemana a Polonia occidental se produce la invasión
soviética a Polonia oriental (Acuerdo Molotov-Ribbentrop). Con la misma lógica
que Inglaterra (y Francia) le declaran la guerra a Alemania, le deberían haber
declarado la guerra a la URSS 14 días más tarde. Pero ello no ocurre porque el
objetivo era destruir a Alemania, para lo cual se debía armar y potenciar al
enemigo aparente: la URSS.
Muchos europeos piensan que nada puede ser ya construido dentro del marco
institucional de la "Liberación". La caída de la URSS ha sido también el final de
la "Liberación", es decir, el límite máximo a que había llegado el proyecto Aliado
(por definición es inconcebible una alianza entre distintos, americanos "buenos"
y soviéticos "malos", por ejemplo). Desde el punto de vista filosófico los Aliados
fueron una continuidad basada en la "racionalidad occidental" abarcante del
marxismo, aún en su versión "soviética". La discontinuidad fue Alemania. El
problema es que todas las instituciones europeas hoy vigentes son el producto
de la victoria militar de esa "continuidad filosófica". Ello significa que la de la
URSS fue la primera, y no la última, de una serie de grandes catástrofes
estratégicas.
No sólo todas las instituciones europeas hoy vigentes son el producto de la
legitimidad de la "Liberación". Las "relaciones exteriores" de la UE son también
resultado del mismo proceso. Y más aún, las relaciones interestatales que
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