El rumor de Auschwitz
Norberto Ceresole
Como es normal en tiempos de guerra y de propaganda de guerra, se desarrollaron múltiples rumores a partir de estos hechos dramáticos. Sobre todo hacia el final de la guerra y especialmente en los medios judíos en el exterior de Polonia, se dijo que los alemanes mataban en Auschwitz a millones de detenidos de manera sistemática, apoyados en una orden recibida de Berlín. Según estos rumores, los nazis habían instalado " fábricas de la muerte ", especialmente para los judíos; disecaban a los detenidos vivos( vivisección) o bien los quemaban vivos( en fosas, en altos hornos o en crematorios); o también, antes de quemarlos, gaseaban a los judíos en mataderos químicos llamados " cámaras de gas ". Se encuentran aquí ciertos mitos de la primera guerra mundial( 2).
El apuro de los liberadores soviéticos
Los soviéticos ocuparon Auschwitz el 27 enero 1945. Lo que descubrieron era totalmente lo contrario a lo que propalaba la propaganda. Se puede decir que se quedaron boquiabiertos. Por su organización misma y por sus instalaciones sanitarias, tan modernas a los ojos de los soviéticos, este campo era todo lo contrario de un " campo de exterminio ". También durante varios días, Pravda permaneció silencioso y, en ese momento, ninguna comisión de investigación aliada fue invitada a ir para constatar sobre el terreno la verdad de Auschwitz. Por fin, el 1 de febrero, Pravda salió de su silencio. No fue más que para poner en la boca de un prisionero, y de uno solo, las palabras siguientes:
" Los hitlerianos mataban por medio de gas a los niños, a los enfermos, así como a los hombres y mujeres no aptos para el trabajo. Incineraban los cadáveres en hornos especiales. En el campo había doce de estos hornos ".
Se añadía que el número de muertos se evaluaba en " millares y millares " y no en millones. A1 día siguiente, el gran reportero oficial del diario, el judío Boris Polevoi, afirmó que el medio esencial utilizado por los alemanes para exterminar a sus víctimas era... la electricidad.
" Se utilizaba una cadena eléctrica donde centenares de personas eran muertas simultáneamente por una corriente eléctrica; los cadáveres caían sobre una cinta lentamente movida por una cadena y avanzaban hacia un alto horno ".
La propaganda soviética estaba desconcertada y pudo mostrar solamente en sus películas las personas muertas o moribundas que los alemanes, en retirada, habían dejado sobre el terreno. Había también, como muestran los noticiarios de la época sobre la liberación del campo, numerosos niños vivos así como adultos con buena salud. La propaganda judía vino entonces en socorro de la propaganda soviética.
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