La Falsificación de la Realidad
norteamericana pasa hoy por un retorno decidido al individualismo y al calvinismo radical, con raíces en el valor del colono( la analogía entre el colono americano descendiente del Mayflower, y el colono judío-americano en Palestina es alucinante), en la confianza en el poder del individuo, en la fe sobre un sueño de éxito en una tierra de promisión.
El nuevo conservadurismo norteamericano no es más que la expresión política superficial de un movimiento religioso y cultural profundo orientado a enterrar la " mentalidad liberal " y el " humanismo secular ". Por debajo de los movimientos políticos están los movimientos religiosos y culturales que, por primera vez, son los que impulsan a los primeros.
Por eso son tan importantes algunas cuestiones como la del rezo en las escuelas. A partir de allí los movimientos evangelizadores de base esperan lograr una nueva articulación entre la familia y la sociedad civil, impugnando la política educativa " sin Dios " que impulsa el Estado secular liberal.
Los activistas más destacados del movimiento tras la fachada política son los evangélicos, que han realizado en las últimas décadas una práctica social y educativa de gran significación en la sociedad norteamericana. Hacia finales de los años 60 …" Esa práctica se ejercía en diferentes niveles, de la parroquia a la constitución de redes nacionales que se valen de los grandes medios-primero la radio y la prensa, luego la televisión- para difundir un mensaje de resocialización, de reconstitución de comunidades creyentes que, más tarde, de mediados de los 70 en adelante, apuntará a la transformación política de América por medio de la recristianización ".( Gilles Kepel, op. cit).
No es en absoluto una casualidad que el terrorismo en los Estados Unidos de Norteamérica( Oklahoma), endógeno, fundamentalista, conservador y aislacionista, eclosione en los espacios tradicionales de la " América profunda ", y se manifieste en contra de las grandes megalópolis " internacionalizadas "( en verdad, multirraciales, con altos crecimientos en la tasa demográfica) de ese mismo país. La estructura ideológica del terrorismo fundamentalista norteamericano responde con absoluta exactitud al modelo que expone David Rapoport en su Terrorismo sagrado: " La tarea fundamental es deshacerse del enemigo interno porque, sin apóstatas, los enemigos externos son impotentes ".
En este caso el Enemigo Interno N º 1 es un Estado Federal " globalizado ". Ese Estado Federal-cosmopolita y multirracial( o poliétnico)-, dada la evolución actual de su base económica-productiva no tiene otra alternativa que erradicar " los elementos fundacionales de los Estados Unidos " en función de la globalización internacionalista. Allí aparecen los " guerreros de la tradición ", quienes representan " el período fundacional "( de la nación norteamericana) en el cual Dios( en su versión original calvinista y, luego, evangélica) estaba en contacto directo con la comunidad de los colonos-peregrinos.
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