LA FALSIFICACIÓN DE LA REALIDAD - NORBERTO CERESOLE La falsificación de la realidad WEB | Page 20
La Falsificación de la Realidad
Aires fue exactamente el tiempo del desarrollo del "plan de paz" (desde la
Conferencia de Madrid hasta el asesinato del general Rabin, exactamente).
Este libro no es un simple análisis de dos atentados terroristas de los tantos
que ocurren en el mundo en los últimos tiempos. Por la especificidad que
asumen esos atentados, este libro se convierte, por un lado, en un estudio de
política internacional y, por otro, en una perspectiva -radicalmente diferente a
las aceptadas hasta ahora- de política interior argentina: de ahora en más la
supervivencia de la Argentina depende de la capacidad que adquiera su
sociedad para defenderse de las agresiones judías, pero no sólo de las
agresiones judías.
La naturaleza de los atentados, vista desde un contexto interestatal, debe servir
de advertencia, a la llamada "comunidad internacional", sobre la peligrosidad de
uno de sus Estados miembros, que practica el terrorismo como algo natural
dentro de su visión del mundo mesiánica y apocalíptica. La relación entre el
Estado de Israel y el terrorismo no es nueva. Existe desde su misma fundación
como Estado-cerrojo impuesto por la "Liberación" europea de posguerra sobre
una región del mundo que no le pertenecía en absoluto y sobre la que no tenía
ningún derecho en absoluto.
La nueva situación que desnudan los atentados de Buenos Aires es que esa
actividad terrorista, que desde siempre estuvo incorporada a la tarea
diplomática estándar del Estado judío, ahora es también el producto de una
lucha de facciones que tienen por objetivo el control de ese Estado; y por
escenario a casi todo el mundo, en especial allí donde residen comunidades
judías importantes. Este es el hecho sobresaliente si analizamos los atentados
terroristas de Buenos Aires desde el ángulo de las relaciones internacionales
actuales. El Estado de Israel no es un Estado "normal": esta es la conclusión
básica y elemental del análisis.
Que el Estado de Israel no es un Estado normal es un dato de la realidad
archiconocido. Son los propios judíos los que proclaman la naturaleza "sagrada"
de sí mismos en tanto pueblo o raza. ¿Cómo habría de ser normal el Estado que
representa políticamente a un grupo humano "elegido"?
El gran disparate de la política europea hacia Oriente Medio es que finge creer
que el Estado judío es un Estado "normal-democrático", donde existe, entre
otras cosas, el libre juego en la alternancia del poder, con el consiguiente
cambio de políticas. Si en Europa se hubiesen estudiado los atentados
terroristas de Buenos Aires desde la óptica de la crisis interna que desde hace
algunos años -inicios de la Conferencia de Madrid-fractura a la sociedad y al
Estado judíos, la idea de "normalidad" habría sido desechada hace ya mucho
tiempo. Pero para ello Europa no debería estar "Otanizada".
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