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Norberto Ceresole
satánica que nos destruye a todos, todos los días. Todas las otras formas de existencia de los " negros " pobres- desde las sindicales hasta las religiosas- ya fueron conquistadas por el enemigo desde hace mucho tiempo.
Ese camino incluso debería ser promovido o al menos aceptado por aquellos sectores de las fuerzas de seguridad que deben convivir con el peligro de la violencia social de los excluidos. Sería la forma de evitar la estratificación en el tiempo de una " violencia horizontal " que enfrenta a " negro pobre " contra " negro pobre ". La traducción, es decir, la politización de la violencia pura, su transformación en violencia organizada hacia objetivos polarizados entre el " nosotros " y el " ellos ", sólo puede traer beneficios para los " negros de uniforme " y para una parte, al menos, de sus jefes.
A nivel de hipótesis en la Argentina se abre la posibilidad de la insurgencia de grupos político-militares que en gran parte constituyen antiguas y nuevas fracturas de las Fuerzas Armadas y, aun, de Seguridad, cuyas cúpulas son parte del campo enemigo. Las transformaciones profundas que proponemos sólo se podrán lograr desde un proceso de interacción entre nuevas organizaciones políticas emergentes y franjas de las fuerzas armadas y de seguridad que dispongan de un proyecto alternativo al de las actuales cúpulas.
La gran lucha que se avecina no se dará bajo la forma de un enfrentamiento entre distintas facciones( partidos) de un mismo sistema. Esa forma de acción ya se ha agotado definitivamente. El nuevo campo de combate estará delineado entre una concepción territorial de la política( la reconquista de la nación desde su periferia excluida) y un conjunto de partidos( de " izquierda ", " centro " y " derecha ") que representan el mismo " territorio ": la Argentina que dispone de la suficiente " velocidad " económica como para seguir viviendo de un status internacional periférico.
Las Argentinas que marchan a velocidades económicas cada vez más lentas estuvieron hasta el momento falsamente representadas a través de " señores feudales " y de filiales de " partidos " cuya casa matriz tenía como función primordial evitar que esas regiones se integraran al núcleo económico de alta velocidad.
La ruptura de la unidad nacional y el fraccionamiento territorial se originan en esas fallas cuasi geológicas que nacen desde las distintas velocidades de los diversos espacios económicos de un mismo país, y que amenazan con convertirse en fracturas profundas e irreversibles.
Los recientes movimientos sociales que se han iniciado en regiones históricas tradicionales, de fuerte concentración demográfica( y, por lo tanto, de alta expulsión de población hacia otras zonas con velocidades más elevadas), y con contenidos culturales que hacen al fundamento de este país; esos movimientos sociales están inscriptos en el nuevo espacio de combate antes delineado. No