La Falsificación de la Realidad
judíos lo constituirá realmente " la emancipación de la humanidad del judaísmo "( Karl Marx, La cuestión judía).
Ubicándonos en los años 20 de este siglo XX, vemos que en el " frente oriental " de la cultura alemana, como en la actualidad todo el mundo sabe, la versión soviética del marxismo-leninismo había teologizado el concepto de " clase obrera " o " proletariado ". El leninismo soviético, con prolongada anterioridad al acceso de Hitler al poder, había santificado no al proletariado " en sí ", sino a su representante, el partido del proletariado. De tal forma que se crea una categoría sociológica muy próxima a la de " raza obrera ", en el sentido de que esa clase-raza-partido disponía de virtudes superiores a las de cualquier otra clase, raza, nación, religión o cultura de cualquier época de la historia humana. Esa clase-raza-partido sería-precisamente- la encargada de cerrar la historia, nada menos. Era, en un estricto sentido bíblico-Antiguo Testamento- una categoría mesiánica( 23).
Hacia la misma época, en el frente occidental de la cultura alemana existía, perfectamente estructurado, y desde hacía mucho tiempo contando hacia atrás desde los años 20 de este siglo, un pensamiento y una práctica racista occidental, que no sólo estaba referida a la inferioridad de los habitantes de las colonias no europeas de Inglaterra, Francia, Holanda, Bélgica, etc. También abarcaba a Alemania y a los alemanes, definidos como barbarie y bárbaros del este, respectivamente. El pensamiento racista europeo-blanco se fundamenta en la dicotomía griegos-bárbaros, es decir, en la escisión que produce la cultura occidental entre un " nosotros " y un " ellos ", racionalizada por Aristóteles, en el siglo IV aC., a partir de su pensamiento sobre los pueblos esclavos, que es una teoría de la superioridad racial( helénica) propiamente dicha.
En Francia fue Arthur de Gobineu( Ensayo sobre la desigualdad de las razas humanas) quien en el siglo XIX re-inicia un pensamiento racista e imperialista, que culminaría en los años treinta de este siglo con un nacionalismo francés( Charles Maurras) perfectamente estructurado( con muchísima anterioridad a la edición de Mein Kampf), agresivo y totalmente diferenciado del nacionalismo alemán.
Pero es naturalmente en Inglaterra donde con más fuerza arraiga el racismo imperial, es decir, la convicción profunda que asume la burguesía expansiva sobre la absoluta y definitiva superioridad de la raza blanca y la consiguiente hegemonía del sistema capitalista( 24). Hobbes fue el primer gran racista del Iluminismo capitalista inglés: " El hombre es el lobo del hombre ". La plenitud llega con Malthus, quien elabora su famosa " ley " demográfica a pedido de la empresa que lo empleaba como directivo: la Compañía de las Indias Orientales. Sin embargo, fue Marx quien racionaliza finalmente el sistema británico de pensamiento( según una expresión de Oswald Spengler, en El socialismo prusiano), enlazando armónicamente la idea británica de la superioridad racial( recordemos sus opiniones sobre los mexicanos, los irlandeses y los indios-de
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