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Norberto Ceresole
produjeron, por el mito judío que reemplazará ese fragmento de historia real. La realidad deja de funcionar porque es reemplazada por el mito que construyen los judíos a partir de retazos de la realidad. Todo lo que contradiga al mito elaborado, debe ser eliminado de la superficie de la tierra. Esas contradicciones entre la realidad y el mito serán definidas como antisemitas. Luego, el resto, será una cuestión de fuerza y de manipulación: de ingeniería social, en suma. Cuando la Corte Suprema de Justicia de la República Argentina hizo público el estudio sobre la implosión de la Embajada, ya mencionado, se produce una contradicción mayúscula entre la realidad y el mito.
Dentro de la comunidad judía residente en la Argentina hay sectores fundamentalistas extremadamente duros con el presidente: " Para Menem todo aquel que reclama justicia y esclarecimiento de crímenes contra la humanidad se convierte automáticamente en un enemigo, como si la justicia se administrara honestamente "( Fuente: La Nación Line, 9 de febrero de 1998). El primer paso, entonces, para sustituir " realidad " por " mito ", es destruir la credibilidad de la fuente productora de la contradicción, en este caso, el tribunal de justicia más alto que existe en la Argentina. De inmediato se da paso al movimiento sustitutorio, propiamente dicho. Leemos el siguiente texto publicado por un medio local de información de " la máxima seriedad ":
" Los dirigentes de la comunidad judía( en la Argentina) reclaman que el máximo órgano de justicia( la Corte Suprema), que tiene a su cargo la instrucción de la causa( la implosión en la Embajada), sostenga expresamente que la Embajada fue destruida por una bomba, colocada en el exterior del edificio, y que quienes cometieron el atentado son personas vinculadas con la República Islámica de Irán, explicó una fuente del alto tribunal( de justicia)", La Nacion Line, viernes 6 de febrero de 1998( 1).
Una lectura absolutamente lícita del mismo texto es la siguiente: Nosotros los judíos ordenamos( decretamos) que se sustituya la realidad( implosión) por nuestra versión de la realidad, es decir por nuestro Mito trabajosamente elaborado: la bomba estaba en el exterior del edificio, en un " coche-bomba " salido de nuestra fértil imaginación, y había sido colocada allí por personas vinculadas con Irán. Ese es el Mito que desde ahora reemplazará a la realidad; a los hechos tal cual fueron. Punto. Poco importa lo que digan los peritos de la Academia Nacional de Ingeniería. Mejor dicho, lo que digan esos estúpidos ingenieros no nos importa en absoluto. Porque si nuestro Mito no sustituye a la realidad: ¿ Cómo podría continuar el Estado de Israel y la judería internacional con su estrategia antiislámica, su guerra santa contra un nuevo tipo de espanto: los crímenes genético-religiosos?
El nacional-judaísmo destruye el " modelo argentino "
Como en muy pocos otros países, la historia de la Argentina es la historia de su composición y recomposición demográfica. Dentro de la historia demográfica y