La Evolución y el origen de la vida la Manzana de Newton | Page 14

pintadas no tan rupestres

LA CONSERVACIÓN

durante el siglo pasado multitud de cuevas fueron empleadas con distintos fines: almacenes, ermitas e incluso como murales

Debajo: unas pinturas rupestres en Atlanterra (Cádiz)

Vaya a la cueva rupestre que vaya, siempre encontrará arte. El ser humano siempre ha empleado su ingenio y creatividad. Si bien es cierto que se tiende a reutilizar el espacio empleado anteriormente (construyendo sobre ruinas, aprovechando edificios viejos...) las cuevas no son una excepción.

Desde el siglo XX las pinturas rupestres han sufrido un constante deterioro debido a las condiciones a las que los seres humanos las sometemos. En especial cabe destacar la basura que las personas arrojan en las cuevas, las pintadas sobre las pinturas originales e incluso la simple visita masiva de personas en la cueva, lo que altera las condiciones de humedad y el ecosistema interno de la misma, causando así un deterioro notable.

En algunas cuevas se han tomado medidas preventivas para evitar aún más las consecuencias de las visitas, que abarcan desde la limitación de visitas en número y en épocas del año concretas, la extrema vigilancia e incluso el cierre y clausura de las cuevas.

Algunas alternativas son las réplicas de murales de cuevas (un ejemplo sería el Parque de la Prehistoria de Teverga, que pese a carecer de pinturas originales, alberga algunas réplicas minuciosas)

Aunque las pinturas fueran estropeadas originalmente por el desconocimiento de su valor, hoy en día están consideradas Patrimonio Histórico de la Humanidad.