Vale la pena decir que el
derecho que todo ser humano
merece y se le puede dar es el
de la vida, pero cuando la
persona se encuentra en un
sufrimiento fatal, se pone en
duda pues realmente no se está
disfrutando ya de esta,
hallando a una persona que ya
no le encuentra sentido al
seguir en este mundo, a
alguien a quien sólo lo
mantienen
conectado
a
máquinas como el respirador
artificial, preguntándose si
realmente se está cuidando la
vida o solo se prolonga la
agonía que nos puede llevar a
la muerte.
Como bien se mencionaba
antes, la eutanasia causa una
verdadera polémica en el que
la pregunta central es: ¿Puede
una persona ayudar a morir a
un enfermo incurable?
Adentrándonos más al tema,
es de suma importancia que
conozcamos más acerca del
fármaco, por lo tanto,
mencionaré que existen dos
tipos
de
eutanasia,
primeramente: la activa y la
pasiva. Asimismo, existen
otros dos tipos de eutanasia los
cuales provienen de lo
anterior, estos son la eutanasia
voluntaria y la involuntaria,
esto indica que dependerá de
lo que el enfermo requiera.
Aunque
sea
con
el
consentimiento de la víctima,
la eutanasia siempre es
provocada por otras personas.
Si es uno mismo el que se
provoca intencionalmente la
muerte se habla de suicidio,
pero es suicidio asistido
cuando el médico es quien le
da el fármaco letal al enfermo.
Otro punto es que solo en
algunos países es legal la
eutanasia, estos son: Holanda,
Bélgica y Luxemburgo, en
cuanto a Suiza, solo aprueba el
suicidio asistido, pero todos
deben cumplir con ciertos
requisitos para su aplicación:
la petición de la eutanasia debe
ser reiterada, voluntaria y
producto de la reflexión; el
paciente debe ser informado
de la situación y el médico a su
vez debe consultar el caso con
un compañero.