La Esfera May. 2014 No.23 | Page 6

Espuedes escuchar justo cuando estás afuera yde dormirte, esmásairetu casa. Al principio,lentamenuna noche sigilosa, tus padres están no hay nadie en lo único que punto el que exhala tu nariz te, el sosegado latir de tu corazón y el aire acondicionado expulsando aire fresco. Las cortinas están cerradas y no hay rayo de luz que penetre la penumbra en la que estás sumido. Tus ojos se sienten pesados y estás decidido a dormir cuando…. Un ruido ahogado interrumpe tus planes. El ruido proviene del piso de arriba pero lo ignoras. Probablemente dejaste algo mal acomodado y terminó por caerse. Una vez más vuelve a sonar aquél estrépito en la planta superior. Tus sentidos ligeramente se agudizan y sientes que tu corazón comienza a latir cada vez más rápido. Inhala. Exhala. Inhala. Exhala. No debe de ser algo de importancia. Por ahora, decides dormir. El tiempo pasa, no puedes conciliar el sueño. El ruido no ha cesado desde hace ya una hora. Poco a poco sientes como cada vez te pones más nervioso. Tus manos comienzan a sudar más de lo normal. Escalofríos recorren tu columna vertebral como improvistos hilos de seda. Y el sonido que hacía el aire acondicionado se ve ahogado por el estrepitoso latir de tu corazón. Sabes que algo anda mal. Puedes oír como algo se está moviendo en la planta superior, y sabes que nadie más debería de estar dentro de tu casa. La habías revisado antes. Te habías asegurado de cerrar bien todas las puertas y las ventanas antes de recostarte. ¿Es acaso un ladrón? O… No, debe de ser eso. Si es así, será mejor llamar a la policía, pero… ¿y si este no es el caso?¿ Sería buena idea ir a revisar? En aquél momento consideras que no sería la mejor de las opciones pero optas por avistar al perpetrador. Lentamente surges de entre las colchas y almohadas apesadumbradas y sigilosamente abres la puerta. De poco en poco asomas tu cabeza al exterior, esperando que esté él ahí para ir a tu encuentro pero… Nada. Continúas caminando hasta llegar a las escaleras, unas vieja 2W66