-Esto es un sueño, ¿verdad?- le pregunté a aquel ente misterioso de cuya apariencia desconocía mientras miraba fijamente al vacío puro que yacía frente a mis
ojos.
Verdaderamente creía que todo era una ilusión o algún truco visual, porque todo
a mí alrededor era blanco y no podía percibir ápice alguno de lo que hace unos
momentos era la ciudad en la que vivía. Sin embargo, ese blanco tenía algo muy
peculiar, era tan especial que podría haber dicho que era mágico, tan es así que
resultaba escalofriante. Había detesta