La encrucijada 15
ese aspecto es el que quiero destacar en este tiempo complicado de una enfermedad brutal que muchos , demasiados , no han conseguido superar .
Para nadie fue fácil . Empezando por los sanitarios que debieron enfrentar las primeras semanas sin equipos adecuados de protección . Muchos enfermaron . Algunos incluso perdieron la vida debido a que la enfermedad fue especialmente intensa en ellos a causa de la sobreexposición al virus ( la carga viral según los expertos ). No fue fácil ver el telediario o leer las noticias y enterarnos de que morían diariamente 200 , luego 300 , 500 personas , y que cada día que pasaba esa cifra no hacía más que crecer y crecer hasta llegar a más de novecientas muertes diarias en los momentos culminantes del proceso . Ha sido algo estremecedor que no ha dejado indiferente a nadie , que a ratos parecía una pesadilla o una película de terror , algo verdaderamente increíble hasta que te enteras de que ha enfermado alguien conocido , que dentro de esa cifra diaria brutal se ha ido un amigo o un personaje público querido , o hasta que uno mismo cae enfermo . Salir a los balcones a aplaudir se transformó en nuestro nuevo rito colectivo para dar ánimo , darnos ánimo y agradecer a nuestros sanitarios y a todos quienes no podían dejar sus tareas como farmacéuticos , agricultores , camioneros y dependientes de supermercados , las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado , la ume o incluso el Ejército sin más . Pero , también era una necesidad para compartir ese miedo a lo desconocido que nos atenazaba la garganta hasta que fuimos capaces de romper el silencio y gritar al unísono para superarlo . No solo es solidaridad , sino también , necesidad común y conciencia de a lo que nos enfrentamos , y , por ende , mayor exigencia a quienes nos representan a los que ya no se les puede permitir mas pérdida de tiempo y más confrontaciones vacías y cobardes .