Los transistores son dispositivos semiconductores que
pueden, como un diodo, dejar pasar la corriente
impidiéndolo en el otro. Sin embargo, a
diferencia del diodo, puede decidir si la corriente
debe o no circular, y a qué intensidad. Es, por
ello y sin duda alguna, el componente electrónico
más importante y el más utilizado.
Los transistores están formados por la unión
alterna de tres semiconductores P y N;
pudiéndose lograr las combinaciones NPN y
PNP. Cada zona semiconductora está unido a un
terminal externo, llamados emisor y colector (los terminales
de los extremos) y la base (zona intermedia).
La propiedad fundamental del transistor, es que un pequeño
aumento en la intensidad que circula por la base, se traduce
en un aumento mucho mayor de la intensidad que circula por
el colector, de forma que la corriente de base controla la
corriente de colector. Se llama ganancia (β) al factor de
ampliación que puede estar entre 100 y 400 electornes.