LA CORTE DE LUCIFER - OTTO RAHN La Corte de Lucifer - Otto Rhan | Page 116

SEGUNDA ETAPA Todos mis pensamientos hablan de Amor (Minne). Y son en si de modos tan diversos. Dante EN UNA NOCHE DE VIAJE acaban de abandonar el tren dos oficiales de la marina R ecién francesa. Este tren une la frontera española con la italiana, en el puerto de Cette. Ellos, como yo, habían subido en Narbonne. Antes de que salieran del departamento y por propia iniciativa, me deja- ron los libros que ya habían leído como lectura de viaje. Les había dicho que tenía que pasar en el tren toda la noche. Los libros son novelas baratas, horriblemente ilustradas. Empero, no me son tan desagradables para entrada la noche. El tren está repleto de gente bulliciosa y hace un bochorno sofocante. Ni pensar en dormir. Segu- ramente hay tormenta sobre el Mediterráneo, porque el aguacero fustiga contra los vidrios como si fuera arrojado a cántaros llenos. Un padre jesuita reza en secreto el rosario. Su boca deslabiada, una raya, se mueve de Cuándo en Cuándo. Por momentos, sus ojos pequeños y duros miran fijamente a los demás viajeros. Uno de ellos es obeso. Gotas de sudor perlan su frente, en ocasiones las seca con un pañuelo apelotonado. En su mano hay muchos ani- llos. Incluso uno de matrimonio. El obeso es judío, aunque de la cadena de oro macizo de su reloj penda un medallón cristiano.