Las polis griegas contaban con estructuras urbanísticas similares, entre las cuales destacan tres elementos fundamentales, que son:
Primero destaca ,la acrópolis o ciudad alta, ubicada como fortaleza. El objetivo de esta era que todos los habitantes pudieran resguardarse en caso de ataques bélicos. En ella, también se construían edificios políticos y económicos, e incluso hasta religiosos.
En segundo lugar resalta el ágora o plaza pública de la polis donde se llevaba a cabo las actividades comerciales, por lo que se consideraba el centro de la vida de la ciudad. También, se realizaban eventos de tipo religioso y cultural.
Y en tercer lugar, las murallas de la ciudad que servían de defensa. En la mayoría de los casos, en estas se desarrollaban actividades agrícolas y ganaderas. En las polis pequeñas, no se construían murallas.
Según la organización, las polis contaban con planos ortogonales, con calles y manzanas rectangulares diseñadas en un ángulo recto. Además, tenían edificios y lugares públicos para que el pueblo se reuniera, y con la participación ciudadana surgiera el concepto de democracia. Las calles contaban con la misma anchura y los edificios se construían de forma organizada siguiendo criterios lógicos.
Plano de la acrópolis de Atenas. Siglo V.A.C.
https://es.wikipedia.org/wiki/Templo_de_Atenea_Nik%C3%A9
La acrópolis era, literalmente, la ciudad alta y estaba presente en la mayoría de las ciudades griegas, con una doble función: defensiva y como sede de los principales lugares de culto