Al otro lado de la Acrópolis, los atenienses llegaban al Erecteión, que es el lugar más sagrado del recinto ya que allí la diosa Atenea hizo florecer el olivo que regaló a la ciudad. Es también el edificio más complejo de toda la Acrópolis; su planta irregular se debe a los múltiples lugares sagrados que alberga y que Mnesicles tuvo que respetar cuidadosamente. El edificio consta de tres partes: la central está dedicada a Atenea Polias, espacio en el que se guardaba el Xoanón, una escultura de madera de la diosa que era la figura central de culto de la Acrópolis; otro de los espacios se dedicó a Poseidón Erecteo y comunicaba con la bellísima tribuna de las cariátides; y el tercer espacio custodiaba una de las reliquias más importantes de la Acrópolis, el olivo de Atenea.
El Erecteón o Erecteion (en griego Ἐρέχθειον) es un templo griego erigido en el lado norte de la Acrópolis de Atenas en honor a los dioses Atenea Polias y Poseidón y a Erecteo, rey mítico de la ciudad. Su nombre significa "el (templo) de Erecteo". De orden jónico, áptero, atribuido al arquitecto Menesicles es uno de los más bellos monumentos arquitectónicos griegos.
Pórtico de las cariátides
Se construyó entre el año 421 a.C. y 406 a.C.
Otros edificios que había en la Acrópolis eran el Templo de Artemis Brauronia, la Calcoteca que guardaba las ofrendas a Atenea, los santuarios de Pandión, de Gea Karpófora o de Zeus Polieus. Y fuera del recinto, más elevado pero formando parte de la Acrópolis encontramos el Odeón de Herodes Ático y el Teatro de Dioniso.
Después de la época de dominación romana y durante los siglos posteriores, la Acrópolis sufrió profundas transformaciones y graves destrucciones. Los templos se convirtieron en iglesias cristianas y los turcos utilizaron los Propíleos y el Partenón como polvorines que, durante el asedio veneciano, explotaron y fueron destruidos.