La asimilación de la información proporcionada por los medios influye directamente en la conducta y desarrollo de la sociedad, es aquí donde encontramos el valor de la ética y moral en nuestra futura profesión, ya que en nuestras manos está el otorgar información de calidad a nuestros semejantes, la cual debe ser lo más objetiva posible, pero sobre todo, y ante todos: cierta.
Lamentablemente, existe quien consciente de sus actos ha utilizado su posición como comunicólogo para manipular esta información a su beneficio o de terceros; esto ha provocado la desacreditación general de los medios, diciendo que somos unos mentirosos, buenos para nada, y capaces de todo con tal de “vender”. Una de nuestras obligaciones como comunicólogos es recuperar esa credibilidad perdida injustamente gracias a personas sin ética profesional, ni valores morales.
Debemos actuar de forma justa y respetuosa, dando información real, manteniéndonos a la vanguardia en las tecnologías de la información, poniendo las pruebas de los hechos al alcance de todo aquél que así lo requiera, estableciendo nuestros principios siempre procurando el bienestar y progreso ajeno
ÉTICA PROFESIONAL