La Ciencia de Hacerse Rico
horas en las que pueda usar su ima‐ginación recreando los detalles de su visión, y contemplarlos hasta que se fijen firmemente en su memoria. Si usted desea resultados rápidos, pase prácticamente todo su tiempo libre haciendo eso.
Por medio de la contemplación continua, usted captará la imagen de lo que usted quiere, hasta en los detalles más pequeños, tan firme‐mente en su mente, y tan completamente transferida a la mente de la Sustancia sin Forma, que en las horas en las que esté cumpliendo con su trabajo usted tendrá que referirse sólo mentalmente a la imagen para estimular su fe y el propósito, y hacer que su mejor esfuerzo se ponga en marcha. Contemple la imagen en sus horas de ocio hasta que su consciente esté tan impregnado de ella que usted pueda percibirla al instante. Usted se sentirá tan entusiasmado con sus brillantes promesas, que el simple hecho de pensarla provocará las más fuertes energías de todo su ser.
Vamos a repetir otra vez nuestro programa y, cambiando ligera‐mente las frases finales, llegaremos hasta el punto que ahora hemos alcanzado.
Hay una Materia Pensante de la cual están hechas todas las cosas y que, en su estado original, impregna, penetra, y llena los interespacios del universo.
Un pensamiento, en esta Sustancia, produce la cosa que es imaginada por el pensamiento.
El ser humano puede formar cosas en su pensamiento y, al imprimir su pensamiento sobre la Sustancia sin Forma, puede causar que la cosa que él piensa pueda ser creada.
Para hacer esto, el hombre debe pasar de la mente competitiva a la mente creativa; debe formarse una clara imagen mental de las cosas que quiere, y hacer con fe y propósito todo lo que pueda hacer cada día, haciendo cada cosa separada en forma eficiente.
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