La Ciencia de Hacerse Rico
La pobreza puede ser eliminada, no aumentando el número de gente rica que piensa en la pobreza, sino aumentando el número de gente pobre que trata de enriquecerse por medio de la fe.
No lea libros ni periódicos que den recuentos circunstanciales de la miseria de los habitantes de los barrios pobres, de los horrores del trabajo infantil, y cosas así. No lea nada que llene su mente con las imágenes sombrías de las necesidades y el sufrimiento.
Usted no puede ayudar a los pobres en lo más mínimo por el sólo hecho de saber esas cosas; y que se sepa de eso en todas partes no ayuda en absoluto a abolir la pobreza.
Lo que tiende a abolir la pobreza no es mantener las imágenes de la pobreza en su mente, sino las imágenes de adquisición de riqueza en las mentes de los pobres.
Usted no está abandonando a los pobres a su miseria cuando no le permite a su mente llenarse de las imágenes de aquella miseria.
La pobreza puede ser eliminada, no aumentando el número de gente rica que piensa en la pobreza, sino aumentando el número de gente pobre que trata de enriquecerse por medio de la fe.
Los pobres no necesitan de la caridad; necesitan la inspiración. La caridad sólo les da un trozo de pan para mantener viva su miseria, o les da entretenimiento para hacerlos olvidar durante una o dos horas; en cambio, la inspiración hará que ellos puedan salir de su miseria. Si usted quiere ayudar a los pobres, demuéstreles que ellos pueden hacerse ricos; demuéstreselo enriqueciéndose usted mismo.
La única manera en que la pobreza podrá alguna vez ser deste‐rrada de este mundo es logrando que un gran, y siempre creciente, número de personas practiquen las enseñanzas en este libro.
Se debe enseñar a la gente a hacerse rica, por medio de la creación, no por la competencia.
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