La Ciencia de Hacerse Rico
El rezo oral es bueno, y tiene sus efectos, especialmente sobre usted, en la clarificación de su visión y en el refuerzo de su fe; pero no es con sus peticiones orales que usted conseguirá lo que quiere. Para enriquecerse usted no necesita una hora de dulce oración; usted tiene que orar sin cesar. Y por oración quiero decir: mantener todo el tiempo su visión, con el propósito de causar su creación en forma sólida, y con la fe de que usted lo está haciendo.“ Crean y las recibirán.” Todo el asunto se enfoca en recibir, una vez que usted ha formado su visión con claridad. Cuando usted la ha formado, está bien hacer una declaración oral, dirigiéndose al Supremo en oración reverente; y a partir de ese momento, usted debe recibir en su mente aquello que usted está pidiendo. Viva en la casa nueva; lleve la ropa fina; pasee en el automóvil; haga el viaje y planee para hacer viajes más grandes. Piense y hable de todas las cosas que usted ha pedido como si ya fueran propiedad suya, reales y presentes. Imagínese en un ambiente, y una condición financiera exactamente como usted las quiere, y viva todo el tiempo en aquel ambiente imaginario y en esa condición financiera. Piense, sin embargo, que usted no hace esto como un simple soñador y constructor de castillos; crea con FE que lo imaginado se realizará, y con el PROPÓSITO de realizarlo. Recuerde que es la FE y el propósito en el uso de la imaginación lo que hace la diferencia entre el científico y el soñador. Y habiendo aprendido este hecho, es aquí donde usted debe aprender el empleo apropiado de la Voluntad.
Crea con FE que lo imaginado se realizará, y con el PROPÓSITO de realizarlo.
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