LA CAVERNA DE SARAMAGO Saramago, Jose - La caverna | Page 82
atacó una bota de Marcial, Marcial sacudió la pierna, el perro no soltó
la presa, Marta gritó, Encontrado, el padre gritó lo mismo, el perro
dejó la bota e intentó morder el tobillo, Marcial le dio un puntapié con
intención pero sin demasiada violencia, Marta dijo, No le pegues,
Marcial protestó, Me ha mordido, Es porque no te conoce, A mí no me
conocen ni los perros, estas palabras terribles salieron de la boca de
Marcial como si llorasen, dolor y queja insoportables cada una de ellas,
Marta rodeó con las manos los hombros del marido, No repitas eso,
claro que no lo repitió, no era necesario, hay ciertas cosas que se dicen
una vez y nunca más, Marta oirá estas palabras dentro de su cabeza
hasta el último día de su vida, y en cuanto a Cipriano Algor, si
pretendiésemos saber lo que está haciendo en este momento, la
respuesta más fácil sería, Nada, si no fuese por la reveladora
circunstancia de que desvió rápidamente los ojos cuando oyó lo que
dijo Marcial, algo hizo por tanto. El perro se había alejado camino de la
caseta, pero a mitad del trayecto se detuvo, se volvió y se puso a
observar. De vez en cuando dejaba salir un gruñido de la garganta.
Marta dijo, No sabe lo que son los abrazos, debe de haber pensado
que me estabas haciendo daño, pero Cipriano Algor, para limpiar la
atmósfera, salió con una idea más trivial, También puede ser que le
tenga tirria a los uniformes, se conocen casos así. Marcial no
respondió, se movía entre dos conciencias íntimas, la del
arrepentimiento de haber dicho palabras que se quedarían para
siempre jamás como pública confesión de un dolor escondido hasta ese
momento en lo más hondo de sí mismo, y la de una instintiva intuición
de que haberlas dejado salir de esta manera podría significar que
estaba a punto de abandonar un camino para tomar otro, aunque
fuese todavía muy pronto para saber en qué dirección le llevaría. Besó
a Marta en la frente y dijo, Voy a cambiarme de ropa. La tarde caía
rápidamente, sería de noche en poco más de media hora. Cipriano
Algor dijo a la hija, Ya he hablado con el tipo de las compras, Por culpa
del jaleo del perro se me ha olvidado preguntarle cómo fue la
conversación, Dice que tal vez mañana tenga una respuesta, Tan
pronto, Cuesta creerlo, realmente, y todavía cuesta más pensar que la
decisión puede ser afirmativa, que es lo que me ha parecido entender,
por lo menos, Ojalá no se equivoque, La única bella sin pero que
conozco eres tú, Qué quiere decir, a propósito de qué vienen ahora las
bellas y los peros, Es que después de una noticia buena, siempre viene
una noticia mala, Cuál es la de ahora, Tendré que sacar en dos
semanas la loza que conservan en el almacén, Iré con usted para
ayudarle, Ni en sueños, si el Centro nos hace el encargo, todo el
tiempo aquí va a ser poco, hay que modelar las figuras definitivas,
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