LA CAPELLA 1 | Page 9

a un amigo o a un ser querido en este peregrinaje a veces atemorizante, implica mucho mas que una conversacion superficial o una sesion para levantar el animo. Exige el compromiso mucho mas profundo de relacionarnos con sus ansiedades, temores y esperanzas. La visitacion requiere practica y paciencia. Es cierto que algunas personas parecen tener una habilidad innata para ayudar a los demas, pero nuestras habilidades, por pocas que sean, pueden aumentar por medio de la percepcion, la educacion y la participacion. Todos podemos Desarrollar nuestras habilidades en esta area para ayudar a los que sufren. Estuve...enfermo, y me visitasteis... De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí me lo hicisteis (Mateo 25:36, 40). La enfermedad es una crisis física, emoci onal y espiritual. Afecta no solo a la persona enferma o herida sino tambien a todas aquellas relacionadas con el paciente. Durante los momentos de crisis, la gente puede crecer a raíz de la Expericia o sufrir como resultado de ella. Nuestra respuesta al paciente que esta sufriendo durante este momento de crisis puede determinar la direccion de la reaccion. El momento de la visita al enfermo no de be usarse para el proselitismo, y el visitador, como confortador, no debe convertir la habitacion del paciente en un campo misionero. La habilidad de distinguir entre lo espiritual y lo religioso es esencial para confortar eficazmente al enfermo. Como visitador, la preocupacion es por el bienestar espiritual del paciente. Esto tiene que ver con las experiencias íntimas y personales de la vida. Podemos caminar a su lado, no tratando de quitar su dolor sino mas bien tratando de confortar. Alden Sproull, víctima de cancer, dijo: “Aquellos que ministran se convierten en coperegrinos de las experiencias mas íntimas y desafiantes de la vida.” Cuando uno visita a los enfermos, esta comunicando su solicitud haciendoles ver que no estan solos. La meta es entrar al mundo del paciente y responder con sentimiento. Permitir que las personas expresen sus temores acerca de su enfermedad y caminar con ellas mientras cuestionan el proposito de Dios es un viaje espiritual. Necesimos saber que otros se preocupan por nosotros. El hecho de acompanar Continua pag. 10 9