- Admita que no tiene
todas las respuestas. Diga: “Yo tampoco
entiedo por que le esta sucediendo esto.”
Comparta el hecho que de vez en cuando
usted tambien tiene temores y dudas.
cio sea su amigo: lo que vale es su presenc
ia.
- El mensaje que quiere
comunicar es: “Estoy aquí para acompanarle a dondequiera que vaya.” Hagase una
imagen mental de estar caminando
junto al paciente con una mano
extendida para ayudarle si tropieza.
Sienta con el. Identifíquese con
el poniendose en su lugar. Sin embargo,
mantengase objetivo para poder
sostenerlo.
Identifíquese cuanto pueda con los
sentimientos del enfermo. Lo cual no
significa decir: “Se exactamente lo que
estas sintiendo.” Todos somos personas
distintas con pasados distintos, es
imposible que cualquiera de nosotros
sepa exactamente lo que otro siente.
Pero es valedero decir: “Yo tambien
alguna vez me he sentido abandonado
por Dios.”
Comunique su solicitud
no solo por lo que dice sino
Tambien por medio de sus gestos al estar
dispuesto a acercarse y tocar al enfermo.
Haga contacto visual. Incline su oído
hacia el paciente.
- Como visita, su objetivo
es dejar al paciente mejor de lo que lo
encontro. Procure dejarlo bien.
Una de las mejores maneras en que
podemos ayudar a los enfermos es
dandoles animo.
No arquee las cejas ni frunza el ceno
cuando esta en desacuerdo con algo
de lo dicho. Es importante comunicar
ternura y tolerancia.
- No hace falta llenar
todos los silencios con palabrerías. En
algunos casos, ni siquiera hace
falta conversar. Con frecuencia, cuando se
guarda silencio, el paciente comienza
a hablar acerca de lo que realmente
esta ocurriendo dentro suyo.
- El enfermo tiene suficientes problemas sin tener que tratar de
entenderlo a uno. Evite la tension de
ser un extrano. Adaptese a la situacion.
Por ejemplo, hay momentos en los cuales
se aprecia el humor. Si tiene un buen
sentido del humor, compartalo en el
momento apropiado.
Aprenda a sentirse comodo con estos
momentos especiales de silencio.
Tomar la mano de la persona puede
comunicar mucho mas que cualquier
Palabra que se exprese. Las excepciones
a la regla del silencio son los ninos o las
personas mayores que sienten
intensa ansiedad. Para ellos el silencio
puede resultar amenazante. Pero
en general, permita que el silen-
- Ocupese de las
necesidades del paciente, no de las
suyas. Es posible que el paciente
no quiera lo que uno lo ofrece en un
momento dado. Muchas buenas
intenciones se descarrían porque
la visita quiere hacer algo.
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