LA CAPELLA 1 | Page 11

- Admita que no tiene todas las respuestas. Diga: “Yo tampoco entiedo por que le esta sucediendo esto.” Comparta el hecho que de vez en cuando usted tambien tiene temores y dudas. cio sea su amigo: lo que vale es su presenc ia. - El mensaje que quiere comunicar es: “Estoy aquí para acompanarle a dondequiera que vaya.” Hagase una imagen mental de estar caminando junto al paciente con una mano extendida para ayudarle si tropieza. Sienta con el. Identifíquese con el poniendose en su lugar. Sin embargo, mantengase objetivo para poder sostenerlo. Identifíquese cuanto pueda con los sentimientos del enfermo. Lo cual no significa decir: “Se exactamente lo que estas sintiendo.” Todos somos personas distintas con pasados distintos, es imposible que cualquiera de nosotros sepa exactamente lo que otro siente. Pero es valedero decir: “Yo tambien alguna vez me he sentido abandonado por Dios.” Comunique su solicitud no solo por lo que dice sino Tambien por medio de sus gestos al estar dispuesto a acercarse y tocar al enfermo. Haga contacto visual. Incline su oído hacia el paciente. - Como visita, su objetivo es dejar al paciente mejor de lo que lo encontro. Procure dejarlo bien. Una de las mejores maneras en que podemos ayudar a los enfermos es dandoles animo. No arquee las cejas ni frunza el ceno cuando esta en desacuerdo con algo de lo dicho. Es importante comunicar ternura y tolerancia. - No hace falta llenar todos los silencios con palabrerías. En algunos casos, ni siquiera hace falta conversar. Con frecuencia, cuando se guarda silencio, el paciente comienza a hablar acerca de lo que realmente esta ocurriendo dentro suyo. - El enfermo tiene suficientes problemas sin tener que tratar de entenderlo a uno. Evite la tension de ser un extrano. Adaptese a la situacion. Por ejemplo, hay momentos en los cuales se aprecia el humor. Si tiene un buen sentido del humor, compartalo en el momento apropiado. Aprenda a sentirse comodo con estos momentos especiales de silencio. Tomar la mano de la persona puede comunicar mucho mas que cualquier Palabra que se exprese. Las excepciones a la regla del silencio son los ninos o las personas mayores que sienten intensa ansiedad. Para ellos el silencio puede resultar amenazante. Pero en general, permita que el silen- - Ocupese de las necesidades del paciente, no de las suyas. Es posible que el paciente no quiera lo que uno lo ofrece en un momento dado. Muchas buenas intenciones se descarrían porque la visita quiere hacer algo. 11