Jesús, enfático.
Volvieron a la orilla del lago y se quedaron viendo en silencio hacia la cabaña.
-Fue terrible y maravilloso el rato que pasé con Sofía. -Mack por fin contestaba la pre-
gunta que Jesús le había hecho. De pronto se dio cuenta de que el sol aún estaba alto
en el cielo-. ¿Cuánto tiempo me ausenté?
-Menos de quince minutos, no fue mucho tiempo -respondió Jesús. Ante la mirada de
asombro de Mack, añadió-: El tiempo con Sofía no es como el tiempo normal.
-¡Ah! -gruñó Mack-. Dudo que algo en ella sea normal.
-En realidad -empezó Jesús, pero hizo una pausa para arrojar una última piedra-, con
ella todo es normal y elegantemente sencillo. Ustedes están tan extraviados y son tan
independientes que le causan muchas complicaciones, y por lo tanto consideran pro-
funda aun su sencillez.
-Entonces yo soy complejo y ella simple. ¡Fiu! Mi mundo está de cabeza.
Mack se había sentado en un tronco, y ya se quitaba los zapatos y los calcetines para
el camino de regreso.
-¿Puedes explicarme esto? ¿Aquí era pleno día, y mis hijos estaban aquí en sueños?
¿Cómo es posible? ¿Algo de esto es real? ¿O yo también estoy soñando?
Jesús se rió de nueva cuenta.
-En cuanto a cómo es posible todo esto, mejor ni preguntes, Mack. Es un poco compli-
cado; tiene algo que ver con el acoplamiento dimensional del tiempo. Más cosas de Sa-
rayu. El tiempo, como sabes, no tiene límites para Aquel que lo creó. Puedes pregun-
társelo, si quieres.
-Nah, creo que mejor me quedaré con la duda. Era simple curiosidad -dijo Mack entre
risas.
-Pero en cuanto a "¿Algo de esto es real?", es mucho más real de lo que te imaginas.
-Jesús hizo una pausa para tener toda la atención de Mack-. Una pregunta mejor po-
dría ser: "¿Qué es real?"
-Empiezo a pensar que no tengo la menor idea -replicó Mack.
-¿Todo esto sería menos "real" si ocurriera en un sueño?
-No sé qué pensar.