-Es un nombre simple de uno de nuestros idiomas humanos. Significa "Viento", "viento
común" en realidad. A ella le gusta.
-Hmm -gruñó Mack-. ¡Nada en ella es común!
-Es cierto -respondió Jesús.
-Y el nombre que Papá mencionó, Elo... El...
-Elousia -dijo reverentemente la voz desde la oscuridad junto a él-. Es un nombre ma-
ravilloso. El es mi nombre como Dios Creador, mientras que ousia es "ser" o "aquel que
es verdaderamente real", así que ese nombre significa "el Dios Creador que es verda-
deramente real y el fundamento de todo ser". Además, también es un nombre hermoso.
Hubo un silencio durante un minuto, mientras Mack ponderaba lo que Jesús había di-
cho.
-Entonces, ¿dónde nos deja eso a nosotros? -sintió que hablaba por toda la raza hu-
mana.
-Donde estaba planeado que estuvieran siempre: en el centro mismo de nuestro amor y
nuestro propósito.
De nuevo una pausa, y luego:
-Supongo que puedo vivir con eso.
Jesús rió.
-Me da gusto oírlo -dijo, y ambos rieron.
Ninguno de los dos habló durante un rato. La quietud había caído como una manta, y lo
único que Mack percibía era el sonido del agua al lengüetear en el muelle. Fue él quien
finalmente rompió otra vez el silencio:
-¿Jesús?
-¿Sí, Mackenzie?
-Me sorprende una cosa de ti.
-¿De veras? ¿Cuál?
-Esperaba que fueras más ("Ten cuidado con esto, Mack")... uf... bueno, humanamente
impresionante.