Los espacios que habitamos
continuamente se convierten, con el
pasar de los días, en paisajes
arquitectónicos, estéticos y
habituales, en ellos los
acontecimientos tienen unas
características propias, habitantes
frecuentes, actitudes acordes al lugar.
Es una automatización del alma que
nos impide observar más allá de la
cotidianidad, sin encontrar en lo
común, un nuevo valor, un detalle
anteriormente ignorado.
Son lugares que requieren de
reinterpretación, intervención y
activación, precisamente lo que busca
el nuevo programa de la Alcaldía de
Medellín mediado en la Plaza de
Botero por el Museo de Antioquia el
último sábado de cada mes; Vive la
Plaza es un encuentro humano, en
todo el sentido de la palabra, donde
las persona afrontan una nueva
postura hacia la ciudad, permitiendo
descubrir al otro a partir de la esencia
natural y amo ɽ̈́