Curiosidades de mayo de 1810
Las vacunas
Como las epidemias y las pestes eran comunes en la época, el virrey Cisneros nombró al sacerdote criollo Saturnino Segurola comisario general de la vacuna, es decir que él tenía que vacunar a todo el mundo. Claro que a la gente no le gustaban demasiado los pinchazos; así que el nuevo comisario tuvo que encargarse personalmente de vacunar a la gente. Lo hacía debajo de un árbol un pacara que todavía hoy se encuentra cerca del Parque Chacabuco
En la esquina de la calle Puan y Baldomero Fernández Moreno, cerca de Parque Chacabuco, hay un retoño de un pacará ( Enterolobium contortisiliquum) histórico, también llamado coloquialmente timbó. El árbol original fue plantado cerca de 1770, en la quinta de una familia tradicional a la que pertenecía Saturnino Segurola. Parece ser que el lugar de aplicación de las vacunas era al amparo del ya añoso árbol, bajo el cual se realizaban tertulias vecinales luego de la tarea. El árbol original fue removido en 1990 y luego reemplazado por un retoño.
LA 20 ANDA DICIENDO