P aujil .— No se demore señor Portillo, mire esta es mi
comunidad señor, y allí está la cueva.
P ortillo .— (fingiendo y sobándose la picazón) Muy bonita, pero
vamos a la cueva primero...
P aujil .— No quiere comer, o tomar masato estarás muy
cansado.
P ortillo .— Solo quiero ser rico, digo, conocer la cueva
primero.
P aujil .— (Continúan caminando y llegan a la cueva)
Aquí está señor la cueva, quiere entrar, pero antes debo de
decirle que…
P ortillo .— Por fin rico, jajaja. El tesoro es mio jajaja que
tonto eres, ¡ahora entremos…!
P aujil .— Pero señor, se está confundiendo…
P ortillo .— ¡Cállese y obedezca, entremos…!
(Entran a la cueva)
¿Dónde está? Que no lo veo.
P aujil .— Ahí están colgados de las ramas…
P ortillo .— Me crees tonto, dime dónde está
P aujil .— ¿Qué cosa señor?