bailando)
P ortillo .— (al darse cuenta de que está siendo ignorado comienza
a bailar como Paujil al inicio, como una serpiente)
P aujil .— (Observa a Portillo se para y comienza a bailar y los dos
bailan unos segundos)
Mucho gusto señor Portillo, usted sí que sabe bailar
(le da la mano como saludo)
P ortillo .— El gusto es mío… ¿Oiga cómo es que sabe mi
nombre?
P aujil .— Como no saberlo si lo tiene pegado en el pecho de su
camisa, en ese pequeño letrerito dorado.
P ortillo .— (maravillado) Eres la primera persona que ha
adivinado mi nombre antes de preguntármelo,
¡usted! ¡Tú… eres el elegido!
P aujil .— ¿Elegido yo? (maravillado). No me digas que jugaré
en la selección de fútbol. (haciendo señal de patear
una pelota)
P ortillo .— No, eso ya pasó de moda, ahora los nuevos héroes
del Perú son los comerciales vivientes, esos que cada
día luchan por vender un producto, que en cada 10
segundos se rompen la cara para vender una marca,
y ese eres tú.
P aujil .— ¿Yo?
P ortillo .— Si, tú… con ese baile peculiar que haces, pienso