M
La
ucha
gente
ve la moda
como
frívo-
la, inalcanzable, solo de
lujos, pero es porque no
la conocen. Y muchas
mujeres no saben todo
lo que ha hecho por no-
sotras, desde el momento
que pudimos quitarnos
ese corsé opresor que nos
hacía tener la figura que
otros consideraban per-
fecta. ¿Por qué teníamos
que estar oprimidas bajo
una estructura? ¿Por qué
no podíamos ponernos
un pantalón?, una serie
de preguntas que quizás
nadie sepa la respuesta,
pero bueno sin contestar
ninguna de ellas hemos
conseguido superarlas.
Y llegó su momento,
Coco Chanel decidió
cambiar las reglas, deci-
dir que nadie podía im-
ponernos un uniforme,
que nos podemos poner
lo que quisiésemos. Lue-
go llegó Yves Saint Lau-
rent y le puso un smoking
a la mujer en su pasarela,
y lo repitió durante toda
su carrera.
Pero la moda no se queda atrás actualmente, muchos diseñadores llevan
el feminismo por frontera, como Dior con sus camisetas, la declarada
diseñadora feminista, Muccia Prada, o modelos como Adwoa Aboah con
su movimiento Gurls Talk. Y muchos otros que llevan por bandera este
discurso.
Al final la moda es una forma de decir lo que pensamos de una manera
más relajada, que el discurso no sea tan brusco para el público, para que
la gente no se escandalice, o sí. Llega un momento que la sociedad tiene
que transcurrir y que todos lleguemos al mismo punto, con el mismo es-
fuerzo. Puede que todos tengamos que tener un toque de atención desde
varios entornos y es necesario que la moda sea uno de ellos, ya que ha
conseguido muchas cosas por nosotras y puede que siga consiguiendo
más cosas.