Kohl, el Canciller Suplemento especial de Helmut Kohl | Page 7

Página | 7 La integración europea La experiencia de la II Guerra Mundial tuvo un papel relevante en la biografía de Kohl. La muerte de su hermano mayor, Walter, como soldado, lo impactó para toda la vida. También la división de Europa marcó la juventud de Kohl, que tenía apenas 15 años cuando terminó la guerra. Era demasiado joven como para haber tenido responsabilidad alguna en lo ocurrido. Kohl vivió su niñez en la guerra y su juventud entre los escombros. Perteneció a la generación que no quería ver repetirse jamás algo semejante. La inmersión de Alemania en Europa fue el leitmotiv de su vida política. Con una notable capacidad de ligar la política con el simbolismo histórico, el conservador alemán estrechó la mano del presidente socialista francés Francois Mitterrand ante las tumbas de los soldados de la I Guerra Mundial. Kohl sentía la integración europea como una misión. Luchó vigorosamente por el euro, con el objetivo de que la unidad europea se volviera irreversible. Prototipo alemán En el recuerdo quedará también el ser humano. A diferencia del visionario Willy Brandt o de Helmut Schmidt, ducho en materias económicas, Helmut Kohl fue subestimado durante mucho tiempo. Su origen provinciano, que nunca intentó ocultar, y su manera un tanto torpe de moverse, lo hicieron parecer una figura pública a la que no había que tomar muy en serio. Sin embargo, el éxito que logró antes del período de la reunificación se debió precisamente a que era un alemán medio, en el mejor sentido de la expresión. Helmut Kohl representa al hombre alemán de la segunda mitad del siglo XX. Y por eso, dice mucho acerca de nosotros. Era, simplemente, alemán. Y, aún así, un gran europeo.