Por último, el Dr. Luis Felipe Guerrero Agripino, rector general de la
Universidad de Guanajuato, reiteró que el Mtro. Eugenio Trueba Olivares,
se ha ganado ese reconocimiento por su trascendencia, porque ha dejado
una huella profunda en la institución, al grado de ser una decisión unánime
elegir su nombre para dedicárselo a dicho proyecto para la recolección del
acervo de la editorial UG. Al igual, recalcó que no cualquier persona podía
ser encargada de tan importante propósito, por lo cual aseguró el rector
general al Mtro. Trueba, que estando en manos de la Dra. Elba Sánchez
Rolón, quien tiene vocación y pasión por las letras, no tendrá que
decepcionarse.
Para terminar, comentó sobre la importancia del libro físico en
contraposición con el virtual, puesto que este último no otorga el placer de
tocar los libros, captar su aroma, sentirlos; por ello, afirmó que el
compromiso no sólo es la para la comunidad universitaria, sino también
para el mismo libro y su producción editorial sirviendo como objeto de
arte, ayudando a los lectores a disfrutar de la lectura, como de la textura.
“Pueblo chico, infierno grande”.
El maestro Eugenio Trueba Olivares surgió de una generación de
intelectuales en busca de superar la marginación provinciana del
pensamiento, por causa de que entre 1940 y 1960 Guanajuato era una
ciudad empobrecida y en vías de desaparición. Fue en una casa del Callejón
del Venado, donde en 1942 se reunían un conjunto de escritores, incluido el
Mtro. Trueba, para leer textos de su autoría, escuchar música y debatir
temas culturales, sociales y políticos. De estas tertulias surgieron proyectos
como la creación de la revista Garabato, y con ello, la divulgación de una
cultura viable para la ciudad, donde el arte y la educación iban unidas.