noche
4
Recién nacida
a su hora de vida,
sigilosa,
guarda secretos,
bajo tu cuerpo se arropan sueños,
con alegrías,
tristezas, riquezas y pobrezas.
Abrigo del mundo,
fría, calurosa, ansiosa por ser, cuando el sol fallece
y aparece oscura,
como el más profundo dolor sin sabor,
como parte de un cuadro vivo,
sin luz pero con vida,
siempre guarda una herida.
Amantes la honran con su presencia, la indecencia, la inocencia,
a veces llora,
el mundo la ignora,
gran señora,
susurras con tus vientos que te vas, con un anhelado
de cuando regresarás.
Poverello