voy de paso
20
Le dijo el mudo al sordo:
Hablemos de la nada,
tal cual fuera un todo,
que en realidad es nada.
Vocifereando interrumpe el sordo:
Hoy quiero sentir
y poder distinguir,
como el ciego distingue,
el humo del polvo
y como es obvio,
el ciego contesta riendo:
Dicen que sinceridad y verdad
solo son recuerdos
de quien vino y murió,
o de quien murió y se quedó.
A lo que el vivo le contestó:
Quiero morir amando,
con ciega pasión,
y odiando a quien no comprenda,
el significado del amor.
Quiero entregar mi corazón sin pensar,
que esto al final será mi prisión.
Quiero pero la soledad me reclama.
El muerto los ve, los escucha y calla,
él también le dio tiempo al tiempo,
porque él también dudó, creyó, amó, mintió, rió y lloró;
sus errores disfrutó y sus virtudes con humildad vistió,
y como todo buen sabio,
sus saberes calló.
Francisco Sicán