Jóvenes Presente y Esperanza de la Iglesia Cartilla para el sínodo | Page 14
El animador invita a los participantes a presentarle al Señor, las potencialidades que hemos
descubierto o constatado tenemos como jóvenes de esta generación:
Cada grupo de seis, presenta su cofre, leen voz alto las potencialidades que identificaron y lo
coloca alrededor del tapete.
Proclamación del texto bíblico: Parábola del tesoro escondido (Mt. 13,44-46)
Una vez se ha proclamado el texto, el animador invita a dos o tres personas a profundizar con
las siguientes preguntas:
¿Qué narra el texto?
Ahora, ¿Qué nos dice el texto?
Al contemplar la reflexión que hemos realizado hoy, en torno a nosotros jóvenes, nuestras ca-
racterísticas, desafíos que tenemos a nivel personal y social y oportunidades para enfrentar di-
chos desafíos. Comparten otros dos o tres participantes.
El animador manifiesta que como jóvenes somos valiosos a los ojos del Señor, Él nos ama a cada
uno, somos imagen y semejanza suya, somos un tesoro valioso para El y para la humanidad,
llamados a descubrir nuestros potenciales, somos responsables de este terreno en el que está
nuestro tesoro que somos cada uno, debemos cuidarlo.
El tesoro ya está en la vida. Pasamos y pasamos por encima y no lo vemos. Está escondido, te-
nemos que encontrarlo, descubrirlo. Descubrir el valor de nuestra riqueza. “La juventud es una
riqueza singular…” nos decía el papa Juan Pablo II. En esta historia predomina la gratuidad, te-
nemos una riqueza un tesoro, que nos ha sido dada por amor, gratuitamente, por el hacedor de
la Vida, y quiere que no se arruine, que seamos felices. Somos invitados a realizar el esfuerzo de
descubrirnos, de descubrir nuestro valor, nuestra riqueza, descubrir el sentido de nuestra vida.
Responder
(45 minutos)
El animador invita a cada uno a tomar una silueta de hombre o de mujer la que corresponda.
Cada participante escribirá en ella una oración corta al Señor, manifestándole el tesoro que ha
descubierto en su vida, a partir de la reunión de hoy.
Mientras los participantes redactan su oración, se escucha música suave de fondo…
El animador invita a algunos participantes a presentar su oración al Señor en voz alta.
Ahora el animador invita a que se reúnan los mismos grupos de seis que realizaron la reflexión
en torno a las potencialidades de los jóvenes y les hace caer en cuenta que ya han presentado
al Señor, en oración, lo que han descubierto de valioso en la vida de cada uno, a partir del en-
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