JUSTICE TRENDS JUSTICE TRENDS Nr. 1 | June 2017 | Page 121

europe / europa CELLMADE: Reducing Recidivism through Work in Prisons Reducción de la reincidencia a través del trabajo en las cárceles JT: What is CELLMADE and how does it differ from traditional approaches to prison work and industries? JT: ¿Qué es CELLMADE y cómo difiere de los enfoques tradicionales del trabajo penitenciario y las industrias? CM: We have started two years ago as a commercial label of Belgium Prison Labour. In the past, we were not so known by companies; we existed but it was not really communicated what we were there. It’s really important that companies appreciate us by the passion with which we do our work. We’re sure that companies feel that we have a brand–new style and a good “look and feel”, but they have to feel it when they come inside prison too. And that’s what we try to do each day: to motivate the staff so that they can show that motivation to companies, so that they are really convinced of what they are doing. We are not afraid to think “commercial”. Justice, government and being commercial seems like “a mix of bad words”, but we have to dare to be commercial and to have a real business approach, while addressing to businessmen. We think commercial and this seems to be the opposite of the world where we are working in. Sometimes our prison officers do not really understand why we take this commercial approach, but that’s the only way that the management – and also the companies – will bring work to the prisons. Otherwise, they may think: “what’s the difference between bringing the work to another country in Eastern Europe or to Morocco, where we can also find people that will do the job for a cheaper price?” CM: Hemos empezado hace dos años como una etique- ta comercial de Belgium Prison Labour. En el pasado, no éramos tan conocidos por las compañías; existíamos pero en realidad no se comunicó que estábamos allí. Es muy importante que las empresas nos aprecien por la pasión con la que hacemos nuestro trabajo. Estamos seguros de que las empresas sienten que tenemos un estilo completamente nuevo y una buena apariencia pero tienen que sentirlo cuando llegan a la cárcel también. Y eso es lo que tratamos de hacer cada día: motivar al personal para que demuestre esa motivación a las empresas, para que estén realmente convencidas de lo que ellos están haciendo. No tenemos miedo de pensar “comercial”. La justicia, el gobierno y el ser comercial parecen “una mezcla de malas palabras”, pero tenemos que atrevernos a ser comerciales y tener un enfoque comercial real mientras nos dirigimos a los hombres de negocios. Pensamos “comercial” y esto parece ser lo opuesto del mundo en el que estamos trabajando. A veces nuestros oficiales de prisiones realmente no entienden por qué tomamos este enfoque comer- cial, pero esa es la única manera que la gerencia – y también las compañías – traigan trabajo a las cárceles. De lo contrario, pueden pensar: “¿cuál es la diferencia entre traer el trabajo a otro país en Europa del Este o a Marruecos, donde también podemos encontrar personas que harán el trabajo por un precio más barato?” Our launching campaign was grounded on the baseline ‘prison is doing a good job’. With this statement, we brought a twofold message: first we say that prisons are not as bad as they seem to be – we do things in order to re–integrate the inmates and to prepare them to return to society – and second that inmates are capable of delivering good work for your business. Before developing this corporate identity, prison labour in Belgium had no face, no branding, no look and feel, and that was the missing factor that was preventing us from reaching out to businesses. “ Prisoners were doing such a good job, so we started addressing businessmen, telling them: “Don’t be afraid to take your businesses to prison, we can do good things for you and you can do good things for the inmates.” Nuestra campaña de lanzamiento se basó en la línea de base “la prisión está haciendo un buen trabajo”. Con esta declaración, presentamos un doble mensaje: primero decimos que las cárceles no son tan malas como parece – hacemos las cosas para reintegrar a los reclusos y prepararlos para volver a la sociedad – y segundo, que los reclusos son capaces de entregar un buen trabajo para su negocio. Antes de desarrollar esta identidad corporativa, el trabajo penitenciario en Bélgica no tenía rostro, ni marca, ni apariencia, y ese era el factor que nos faltaba para llegar a las empresas. “ Los presos estaban haciendo un trabajo tan bueno, que empezamos a hablar con los hombres de negocios, diciéndoles: “No tengan miedo de llevar sus negocios a la cárcel, podemos hacer cosas buenas por ustedes y ustedes pueden hacer cosas buenas para los reclusos.” J U N E / J U N I O 2017 JUSTICE TRENDS //   121