BEST PRACTICES / MEJORES PRÁCTICAS
BEST PRACTICES / MEJORES PRÁCTICAS
It is curious... I think that we had a window of opportunity to pass this decriminalization proposal, peacefully I would say, into the Portuguese society. And this window of opportunity is, from my point of view – and this is a rather personal but firmly held thesis – that the spread of the drug problems in Portugal, which started late in comparison with the remainder European countries and after our democratic revolution, had a diffusion pattern that was different from most other countries: it was transversal to all social groups and classes. The drug problems were not of the minorities... nor of the ethnic minorities nor of the ghettos, nor of the“ most disorganized people”... But something that arose in all social classes: middle class, wealthier classes... There was a time when practically all Portuguese families had problems in their bosom or in their proximity, very closely, of people with problems of addiction. And this has favored, from my point of view, in some way, the approach to these problems primarily as a Health problem.
JT: Have you encountered any difficulties in carrying out this paradigm shift, despite this more favorable social context and window of opportunity?..............
JG: At the time, after having presented our proposal to the Government, our proposed strategy had been actually presented in 1999 [ moreover, it was approved in 1999 but the issue of the decriminalization did not fall within the powers of the Government and had to be scheduled for discussion in the National Assembly ]… And in the meantime my colleagues and I have made a great effort to publicly discuss the proposal. Between the approval of the strategy and the passing of the decriminalization law before the Parliament, we have organized numerous and highly contentious public debate sessions, in which the general tone – although there were, of course, some dissenting voices – was very sympathetic to the idea. Something different was what happened in the National Assembly, where the utterly different standpoints and speeches were grounded on more ideological bases, with the support for this perspective [ the decriminalization one ] to be assured by the parties more to the left, and with the declared opposition of the more right – wing parties. The opposition was strongly focused on the idea that, on the one hand – and once again the UN … – we would be ostracized, and that we would be in conflict with the United Nations bodies; on the other hand, the prospect that Portugal would make a paradise for narco – tourism... We were going to have planes arriving in Lisbon every day with tourists to freely use drugs and our little children would start using drugs with the bottle, or almost...! So let’ s say that, obviously these were, in some way, arguments that led us to think, but we felt that taking the risk was worthwhile. We were perfectly convinced that this [ the doomsday scenario ] was not going to happen – as it didn’ t, in practice! Fortunately today, more than 15 years later, we can look back and realize, in fact, that none of those darker prospects came to be... paradigma [ prohibicionista ], y por lo tanto, la propuesta fue para la despenalización, manteniendo la prohibición y posibles sanciones aplicadas en el ámbito del Derecho Administrativo. Por lo tanto, este fue el matiz que encontramos – concretamente aconsejados por el profesor Faria Costa, al que se le pidió una opinión – y que nos aseguró que manteniendo las sanciones administrativas, permaneceríamos dentro del espíritu de los tratados de las Naciones Unidas. Es curioso... Creo que disfrutamos de una ventana de oportunidad para pasar, diría, pacíficamente, en la sociedad portuguesa, esta propuesta de despenalización. Y esta ventana de oportunidad es, desde mi punto de vista – y ésta es una tesis bastante personal, pero firmemente sostenida – que la propagación de los problemas de drogas en Portugal – que empezó tarde en comparación con los restantes países europeos y después de nuestra revolución democrática – el problema de la droga tuvo, en Portugal, un patrón de difusión que era diferente de la mayoría de los demás países: era transversal a todos los grupos y clases sociales. Los problemas de la droga no eran propiedad de las minorías... ni de las minorías étnicas ni de los guetos, ni de los“ más desorganizados”... Pero algo que pasaba en todas las clases sociales: clase media, clases más ricas... Hubo un tiempo en que prácticamente todas las familias portuguesas tenían problemas en su seno o en su proximidad, muy de cerca, de personas con problemas de drogadicción. Y esto ha favorecido, desde mi punto de vista, de alguna manera, el abordaje de estas cuestiones principalmente como un problema de salud.
JT: ¿ Ha tenido dificultades para llevar a cabo este cambio de paradigma, a pesar de este contexto social más favorable y ventana de oportunidad?.....................................................
JG: En ese momento, después de haber presentado nuestra propuesta al Gobierno, nuestra propuesta de estrategia había sido presentada en 1999 [ además, fue aprobada en 1999, pero la cuestión de la despenalización no era competencia del Gobierno y tuvo que ser programada para ser discutida en la Asamblea Nacional ]... Mientras tanto, mis colegas y yo hemos hecho un gran esfuerzo para discutir públicamente la propuesta. Por lo tanto, entre la aprobación de la estrategia y la aprobación de la ley de despenalización ante el Parlamento, hemos organizado numerosos y sumamente polémicos debates públicos, en los que el tono general – aunque hubo, por supuesto, algunas voces disidentes – fue muy comprensivo hacia la idea. Algo diferente fue lo que ocurrió en la Asamblea Nacional, donde los puntos de vista y los discursos completamente diferentes se basaron en bases más ideológicas, con el apoyo a esta perspectiva [ la despenalización ] a ser asegurada por los partidos más a la izquierda y con la declarada oposición de los partidos más de ideología de derecha. La oposición estaba fuertemente centrada en la idea de que, por un lado – y una vez más la ONU... – seríamos excluidos y que estaríamos en conflicto con los organismos de las Naciones Unidas; por otro lado, la perspectiva de que Portugal sería un paraíso para el narco turismo... Tendríamos aviones llegando a Lisboa todos los días con los turistas para usar libremente las drogas y nuestros niños empezarían a usar las drogas con el biberón...! Así que digamos que, obviamente, estos fueron, de alguna manera, los argumentos que nos llevaron a pensar, pero creíamos que tomar el riesgo valía la pena. Estábamos convencidos de que esto [ los escenarios negativos ] no iban a suceder – como no sucedieron, en la práctica. Afortunadamente
J U N E / J U N I O 2017 JUSTICE TRENDS // 113