JUDÍOS DECLARAN LA GUERRA A ALEMANIA JUDÍOS DECLARAN LA GUERRA CONTRA ALEMANIA | Page 52

por judíos, se publicaba anuncios en páginas enteras con el slogan” Boicoteemos a la Alemania antisemita”.
Samuel Fried conocido sionista de la época escribió en 1932: ― La gente no debe temer la restauración del poderío militar alemán. Nosotros, judíos, aplastaremos todo intento que se haga en este sentido y, si persiste el peligro, destruiremos esa odiada nación y la desmembraremos ‖ 55. El texto evidencia el sentimiento de odio del judaísmo al pueblo alemán. Los germanos al fin y al cabo estaban defendiendo su nación como cualquier ciudadano de cualquier país, por un sentido de pertenencia a un Estado, a un pueblo, a una nación, a la patria que todos amamos y llevamos en nuestro interior. En cambio al judaísmo apátrida, solo actuaba por intereses materiales.
El 12 de Febrero de 1933, otro israelita, Henry Morgenthau, Secretario del Tesoro de los Estados Unidos, declaró que“ América acaba de entrar en la primera fase de la Segunda Guerra Mundial”. Observemos que sólo habían transcurrido doce días desde la victoria electoral de los nazis y que aún no se habían tomado medidas contra los judíos alemanes. Advirtamos, también, que Morgenthau involucra a“ América” por algo que va a sucederles a correligionarios suyos, de nacionalidad alemana” en otro continente. Respecto a Henry Morgenthau, escribe Joaquín Bochaca:
― El apellido de Morgenthau era particularmente detestado en Alemania. El padre de Henry Morgenthau, Jr., fue Embajador de los Estados Unidos en Turquía en el transcurso de la Primera Guerra Mundial, y de una declaración jurada suya salió la tesis, oficializada en el Tratado de Versalles y plasmada en el infamante Artículo 231, de la culpabilidad exclusiva de Alemania en el desencadenamiento de aquella guerra. Según Morgenthau Sr., el 5 de Julio de 1914 se reunieron en Potsdam tres docenas de banqueros, industriales, políticos y militares alemanes con el Káiser, para ultimar los preparativos de la guerra inminente. No obstante, esa reunión nunca tuvo lugar, por la sencilla razón de que las personas que se pretendió tomaron parte en ella, se
55 BURG Joseph, Procesos … Ob. Cit. P. 27 52