JUDÍOS DECLARAN LA GUERRA A ALEMANIA JUDÍOS DECLARAN LA GUERRA CONTRA ALEMANIA | Page 47
y que fue liberado y expulsado de Alemania, después de permanecer sólo un
mes en el campo de concentración en Dachau.
Sigamos con las medidas anti judías. Los judíos prominentes inician el camino
del destierro. En Londres, en Nueva York y en París hallan a connacionales
judíos acongojados por las medidas del Tercer Reich. Alemania había sido,
hasta entonces, al igual que Inglaterra y Estados Unidos, una de las "tierras de
Canaán" preferidas por los judíos. No porque exclusivamente se constituían
como una colonia numerosa; sino y, sobretodo, porque en aquel lugar eran
prácticamente todopoderosos.
“Sus capitanes de industria llevaban el timón de la industria --relativamente --y
del comercio y la finanza -absolutamente --mientras sus profetas fabricaban la
opinión de las masas obreras. Alemania era el país de Rothschild y del
Sindicato Rhenano-Westfaliano, uno de los principales financiadores de la
Revolución Rusa, era el país de Marx, de Engels y de Lasalle. Albert Ballin
había sido el amigo y consejero de Guillermo II, aunque al final, según la
opinión de Hindenburg, le traicionara. Rathenau, el magnate de las industrias
eléctricas, había llegado a presidir el destino de una Alemania vencida .Y aún
había hecho más. Había contribuido poderosamente a la consolidación del
régimen soviético en Rusia con la firma del Tratado de Rapallo, verdadera
traición a los intereses, no sólo de Alemania, sino de todo el Occidente‖ 46 . Y he
aquí que ese país, invadido por hebreos, que se constituía como el bastión
judaico; ahora, era el escenario de reconquista alemán, donde se tomaban
medidas “discriminatorias” contra los ciudadanos alemanes de origen racial
judío en beneficio del pueblo indígena alemán.
Bernard Shaw, Premio Nobel en 1925, señalaba que "El derecho a saber es
como el derecho a vivir, es fundamental e incondicional" Por eso repudiamos
los criterios que los mass media han impuesto como verdad absoluta. Porque,
las medidas tomadas por Hitler y su régimen contra los judíos alemanes podrán
ser todo lo discriminatoria que se quiera. Pero lo que no admite discusión
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BOCHACA Joaquín, Los crímenes de los “Buenos”, Ed. Bau, Barcelona, 2004, p. 9
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