JUDÍOS DECLARAN LA GUERRA A ALEMANIA JUDÍOS DECLARAN LA GUERRA CONTRA ALEMANIA | Page 17
1.1.
El antisemitismo en la historia.-
El judío es el Dios viviente, el Dios
encarnado; es el hombre celeste, el
Adán Kadmón. Los otros hombres son
terrestres, de raza inferior. Sólo existen
para servir al hebreo; son pequeñas
bestias”. (Qabbalah ad Pentateucum,
fol. 97, 3)
El llamado “antisemitismo” no es como algunos han pretendido hacernos creer,
post mortem, una invención de Hitler. El problema del judaísmo, que trae
aparejado el “antisemitismo”, es un problema tan antiguo como la propia
historia del pueblo judío a lo largo de todo su deambular por el mundo 1 .Bernard
Lazare, de origen judío, escribía en 1894: Si la oposición y hasta la aversión
sólo se hubieran manifestado con relación a los judíos en un solo período y en
una única nación, sería fácil descubrir las causas de estas pasiones; ―…pero
por el contrario, la raza judía ha sido objeto del odio de todos los pueblos en
medio de los cuales se ha establecido. Ya que los enemigos de los judíos
pertenecían a las razas más diversas, vivían en países muy apartados los unos
de los otros, estaban regidos por leyes diferentes y gobernados por principios
opuestos, no tenían ni el mismo modo de vivir ni las mismas costumbres y
estaban animados por espíritus disímiles que no les permitían juzgar de igual
modo todas las cosas…‖ 2 .Por tanto, es necesario buscar las causas generales
del antisemitismo en la actitud del pueblo de Israel y no en quienes lo han
combatido, después de haberles admitido y favorecidos con amplios privilegios.
1.1.1. Jesucristo.-
Redundante sería la introducción de la personalidad de Cristo. Digamos
solamente, que es a partir de su asesinato - donde participaron: intelectual,
material y formalmente los judíos - cuando empezó a tomarse conciencia del
problema judío. No obstante, declaraciones de figuras históricas anteriores a
1
BOCHACA, Joaquín, El Mito de los Seis millones, Ed. Wotan. Barcelona, p. 1
LAZARE Bernard, El antisemitismo, su historia y sus causas, Ed La Bastilla, París, 1894, pp. 6-
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