JUDÍOS DECLARAN LA GUERRA A ALEMANIA JUDÍOS DECLARAN LA GUERRA CONTRA ALEMANIA | Page 152

Variante 6: Los judíos eran asesinados con cal viva. El responsable de esta historia es el polaco no-judío Jan Karski, autor del libro Story of Secret State, publicado en 1944, que contenía el párrafo siguiente
“ El piso del tren( en el cual habían sido abarrotados los judíos) estaba cubierto con una gruesa capa de polvo blanco. Era cal viva. Cualquiera sabe lo que pasa cuando se vierte agua sobre cal... Por el contacto, con la cal, la carne se deshidrata rápidamente, se“ quema”. A los ocupantes del tren se les iba“ carcomiendo” lentamente la carne de los huesos... El atardecer comenzaba cuando se habían llenado los 45 vagones(“ yo los había contado”). El tren, con su carga torturada de carne humana, basculaba y resonaba de los aullidos desgarradores 222.
Variante 7: Se mataba a los judíos con Zyklon B que se introducía mediante un sistema de cañerías en las duchas. Esta versión fue la adoptada por un tribunal alemán en el proceso de Belzec, en 1965, y en consecuencia también por Adalbert Rückerl, antiguo jefe de la central de Ludwigsburg para el esclarecimiento de crímenes nazis, en su libro Campos de exterminio nazi, a través de los juicios penales alemanes. Sin embargo, el señor Rückerl, a las pocas semanas pasa a utilizar gases de combustión de motores en vez del granulado Zyklon B; porque este granulado … de ninguna manera podía introducirse por ese sistema de cañerías en las duchas.
Variante 8: Los judíos eran asesinados con gases de escape de motores Diesel. Citamos a continuación un extracto del informe Gerstein que, junto con la confesión de Höss, se considera como la prueba más importante del holocausto. El oficial del cuerpo sanitario Kurt Gerstein cayó prisionero de guerra de los franceses y, antes de su( supuesto) suicidio en julio de 1945, rindió allí su confesión, mejor dicho, sus seis confesiones, puesto que del informe Gerstein existen no menos de seis versiones, que en parte difieren sustancialmente una de otra, tal como lo demostró el francés Henri Roques en su tesis de doctorado.
222 FAURISSON Robert, Response á Pierre Vidal-Naquet, 1982, pp. 43-44 152