La Historia Negra española y el Mito del Holocausto tienen muy poco que ver, afirma Ceresole ―… en tanto montajes ideológicas ex post factum, con las respectivas realidades que intentan representar o expresar en términos simbólicos ambas interpretaciones historiográficas. Estamos hablando de mitos y no de realidades. Ambos mitos constituyen, en un sentido estricto del concepto, sacralizaciones, esto es, situaciones reales sacadas de contexto y llevadas al absoluto ‖ 165. Los acontecimientos históricos que ambos mitos proyectan simbolizar, son moralmente reprochables, pero dado que acontecieron en un tiempo histórico y no sobrenatural, son explicables a partir de la utilización de los dispositivos procesados por las ciencias sociales y, más concretamente, por la ciencia histórica. Son explicables, y no " defendibles ", a partir de la investigación histórica racional.
― En base al mito sangriento de la Inquisición, la historiografía judía intenta establecer una relación entre la España negra y el nacionalsocialismo alemán. La España negra es una imagen destinada a culpabilizar eternamente a los españoles todos, generación tras generación, por el hecho de que los Reyes Católicos ganaron la partida política contra un judaísmo y un criptojudaísmo que pretendía transformar a España, a través del control financiero( usura) y de sucesivas conspiraciones con complicidades profundas en sectores de la aristocracia, en una pre-Palestina, en una Nueva Jerusalén sometida al control del pueblo elegido " 166. El llamado " Holocausto ", teóricamente perpetrado por el Tercer Reich, es igualmente otra imagen constituida con un fin muy preciso, escribe Ceresole, justificar la forma ensangrentada a través de la cual fue edificado, en la inmediata posguerra, el Estado de Israel en una Palestina cuya antigüedad histórico-cultural incuestionable puede remontarse con muchísima anterioridad a la posterior invasión de las tribus hebreas
Es indudable que la expulsión de España( 1492) fue vivida por el judaísmo de toda la diáspora como una verdadera fatalidad. Era tan fuerte el arraigo de los judíos en España, su ambición de transformarla en Estado judío que el
165 Ibíd. p. 168 166 Ibíd. p. 153
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